México Evalúa destacó la opacidad del gobierno de Oaxaca sobre la información relacionada con el regreso a clases presenciales en el estado, el número de contagios con Covid-19 entre los alumnos y profesores con base en evidencias, y la deserción escolar tras más de dos años con las aulas cerradas a causa de la pandemia.
En su informe «Cómo atendió cada uno de los estados el regreso a clases», aseguró que el gobierno de Alejandro Murat Hinojosa no especificó de qué manera se atenderá el rezago educativo ni si se aplicó la prueba diagnóstica; tampoco hay resultados disponibles.
De la misma manera no hay claridad sobre las cifras de estudiantes que han asistido a las clases presenciales, más allá del número de escuelas abiertas y no se se sabe cuántas escuelas no han podido abrir por falta de condiciones de infraestructura; tampoco existe un plan para la rehabilitación de las escuelas.
La organización detalló que Oaxaca cuenta con 1.1 millón de alumnos y 72 mil docentes.
El plan de Oaxaca para el regreso a clases presenciales
México Evalúa detalló que el gobierno del estado acordó abrir las aulas el 30 de agosto solo en las comunidades que, por consenso entre padres de familia, directivos y docentes, decidieran reabrir las aulas debido al rechazo constante de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a la reapertura por falta de condiciones.
“Durante el ciclo escolar 2020-2021 las escuelas no se abrieron en el estado. En la planeación hacia el siguiente ciclo, la sección 22 del SNTE constantemente hizo pública su preocupación sobre el regreso a clases, incluso estableciendo que los docentes no regresarían a las aulas. Ante esta situación el gobierno del estado informó que el regreso a las aulas solo sería por consenso y que sería evaluada la situación particular de cada comunidad; es decir, el regreso no sería forzado ni para los alumnos ni para los docentes”.
En septiembre se informó que el 25 por ciento de las escuelas públicas de la entidad ya estaban recibiendo a sus alumnos. Esta cifra era superior al 90 por ciento para las escuelas privadas. Todavía así, dirigentes de la Sección 22 del SNTE informaron que no existían condiciones para el regreso, por lo que no todos los docentes volvieron a las aulas.
Como caso paradigmático durante el primer semestre del ciclo escolar 2021-2022, el estado no informó de ningún caso de COVID en las escuelas de la entidad. Hacia el final del ciclo, con el 25.88% de las escuelas abiertas, el gobierno sostenía que no se había registrado ni reportado ningún contagio en las escuelas.
Adicionalmente el estado no ha reportado un solo caso de Covid-19 en ninguna de sus más de tres mil escuelas que permanecieron abiertas durante el semestre.
“Tras incertidumbre y choques con el sindicato se decidió que las aulas comenzarían a recibir alumnos a partir de agosto. La apertura se dio solo en las localidades que tuvieran el consenso de la comunidad educativa para reabrir”.
Sobre las afectaciones a los aprendizajes, la organización señaló que el gobierno de Oaxaca publicó directrices para llevar a cabo una evaluación diagnóstica de los alumnos basado en los documentos y materiales de PLANEA. Pero no se supo sobre su aplicación ni resultados.
En cuanto a mejorar las condiciones de infraestructura, el gobierno de Alejandro Murat no publicó información sobre el programa de rehabilitación de escuelas. Sólo se sabe que en agosto el 90 por ciento de las escuelas dañadas por el sismo de 2017 estaban ya reconstruidas.
Y respecto al protocolo de salud, aseguró que más allá de compartir los protocolos federales, el estado de Oaxaca no publicó un documento propio. En estos se contemplan las nueve intervenciones, incluyendo el uso de cubrebocas, la sana distancia y los aforos limitados.
México Evalúa recomendó al gobierno de Oaxaca establecer una estrategia para negociar con la Sección 22 del SNTE para poder reabrir el mayor número posible de escuelas, sin tener que seguir apostando por sólo abrir aquellas bajo la voluntad de docentes y la comunidad escolar.
También le solicitó informar sobre el número de contagios de Covid-19 en las aulas, principalmente a través de la aplicación de pruebas.
