César Rito Salinas
La poesía expresa –mediante los hechos
personales, sobre todo los hechos personales– la
aspiración y la desesperación que nos son comunes en una
época determinada. La raíz de la poesía ahonda en la vida
personal para ahondar en la historia de un periodo, para
iluminarse más allá de la historia.
Guiuseppe Ungaretti, Para Allen Ginsberg
Aquel joven interrumpió sus pasos, se acercó a mi mesa y dijo: “me gusta leer historias cortas”. Frente a mi estaba un chico de mediana estatura, cabellos cortados y una bandeja del servicio sostenida en la palma de su mano derecha. “Me corto el cabello así desde mis años en el ejército”. Luego se marchó no sin antes comentar: “Un día de estos le compro un libro; hoy está pobre la propina”. Llamaron su atención otras voces que exigían servicio en el café. Me reuní con Gil, el amigo con el que comparto mesa. Invitó un café. Llegó a preguntar qué se ofrecía el mesero con el pelo cortado a rape. Pregunté por su nombre: Eduardo, dijo. En un libro escribí una dedicatoria. Lo llamé. Llegó, diligente: ¿Qué se ofrece?, preguntó. Nada ―respondí―, te regalo un libro. Comenté a mi amigo Gil: es preferible que lea a que se emborrache. Mi amigo Gil respondió: es preferible que lea y que se emborrache, así duele menos la existencia.