César <rito Salinas
Bendigo a los cuatro pilares que sostienen
la enramada, nada les cuesta dejarlo todo.
Maldigo a la suerte, tan huraña con tanta
gente, nada le costaba recoger con su manto
a nuestro pueblo.
Bendigo esta tierra, que regresa a la calma
(bien puede permanecer con la tembladera
como humilde forma de protesta).
Hay agravios, pero en el dolor
sólo miramos las heridas (el cerebro protege
la mirada por reducción simple del paisaje,
característica ancestral de nuestra especie).
A un mes del sismo bendigo a la hormiga
asteroide rutilante, su voluntad
pedagógica, ese amor al trabajo.
Maldigo al gobierno, enamorado eterno
de los muladares, su nombre está escrito
en papel periódico –en la desgracia
mantuvo el rojo listón inaugural entre
las manos, como la verdadera reina
de nuestras fiestas de mayo.