César Rito Salinas
La existencia se anexó a la playa del río.
La cueva, el camino, los peces, todo forma un anexo en nuestra existencia. El señor tigre de la guerra fue un anexo del aire, nuestros pasos andan el camino de la procesión y el deseo, nuestra voz sostiene una oración que pide anexar límites y propiedades.
Los suicidas hacen sintaxis que forman ríos subterráneos, en los que el cauce corre de lo profundo a la superficie.
El poema es la primera línea que se olvida cuando el hombre se encuentra tendido en el empedrado.