No, no ignora el señor gobernador lo que ocurre en su entorno, lo sabe todo, pero hacer caso omiso de hechos deplorables ya es parte de su errónea estrategia de enfrentar casos sumamente graves acaecidos en su deplorable mandato. Como ejemplo, vemos lo que ocurre en la ya famosa Secretaría de Turismo, con su titular que dilapida, derrocha y malquista los recursos públicos en aras de opulencia y fantasía, como si se tratara de un ejercicio más bien marcado por una mentalidad endeble y hasta quizás enferma. Más está ahí el precedente de su actuar como presidenta de Pochutla: crímenes políticos, colusión con la delincuencia activa y constante en el entorno, hurto de los bienes que debieron incidir en la mejora de los servicios de la cabecera municipal y las agencias, todo eso visible en beneficios particulares como carros costosos, casas y negocios personales, antes impensables ni posibles. Pero el señor gobernador nos la presenta como la mejor secre de turismo en veinte años, le hubiera agregado otros veinte para que por lo menos le descreyeran el infundio.
Por lo que ustedes quieran, el señor gobernador ha decidido echarse a cuestas esas responsabilidades, para al final, compartir la culpa, y nadie puede persuadirlo de que actúe con cautela, con tiento y precaución. Es sabido también por él, que lo político se maneja, especialmente en Pochutla, con tácticas mafiosas y gangsteriles, métodos que han superado a los anteriores sofistas del ratón loco y la urna zapato, por ejemplo, pues el séquito de la ya famosa secretur es una escuadra de gente armada con, se ve, letales propósitos. Por tal, los obradoristas y/morenistas, no inciden en su accionar belicoso, y solo votan por ella y sus propuestas los incondicionales que tiene en el ayuntamiento, y aquellos que, de toda la vida, han vendido su sufragio al mejor postor.
En esas andan nuestros funestos representantes, carilindos a partir de cirugías estéticas, hormonas y otros menjurjes somáticos. No saben que para el común esas son solo apariencias y que, finalmente, la acción de la justicia les va a agarrar en curva y al descampado. Ya es muy tarde para empezar temprano, Ixcotel les espera, sino es que ese lugar sombrío de tanta luz que se divisa desde el Cerro del Metate, bajando a Miahuatlán. Si lo malo no dura mucho, lo podrido menos, aunque se esconda en cirugías y mascaradas de todo tipo. ¿Sus nombres? No vale la pena referirlos, antes que concluyan sus encomiendas, nadie, ni por descuido, se va a acordar de ellos. El gobernador, la secretaria y sus adláteres, pésimos los unos como los otros, tan ruines y tan necios.
Nacho el Nigromante