Juan Carlos Zavala
El Colegio Académico de Profesionales en Arquitectura del Estado (CAPCEO) y el director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), Javier Martínez Marín, se pronunciaron en contra del proyecto de demolición y construcción de un nuevo estadio para el equipo de béisbol de los Guerreros, propiedad del empresario Alfredo Harp Helú, por atentar contra el patrimonio cultural de la entidad.
Martínez Marín, a través de un escrito dirigido al rector de la UABJO, Cristian Eder Carreño López, afirmó que la demolición del Estadio y la construcción de uno nuevo no sólo elimina un edificio de valor artístico (Art Decó) declarado como parte de la historia de la arquitectura Oaxaqueña y del patrimonio moderno del país, sino que, descaradamente toma el predio lateral, ampliando por completo el área de una edificación cuya función en poco contribuye a la academia, a la investigación y a la cultura que son los fundamentos de la Máxima Casa de Estudios de un Estado.
El proyecto del nuevo estadio, denunció, se trata un multimillonario edificio que está más relacionado al negocio, al turismo, a la afición de una persona, que a tres mil docentes y veintitrés mil estudiantes.
“El problema en estos momentos ya no es sólo la toma de un patrimonio universitario por cinco décadas, la destrucción total de un edificio de valor artístico, la protección de quien entregó dicho patrimonio, sino el hecho de que se tomará por completo uno de los últimos predios que la Universidad”.
Este terreno, dijo, puede ser utilizado para construir un edificio donde se formen nuevos profesionistas donde se realicen investigaciones a favor de la sociedad, donde se fomente el arte y la cultura todos los días del año y no sólo por temporadas.
“Hoy se construirá un edificio en toda la manzana, se pondrá al servicio no del deporte sino del espectáculo comercial, hoy ha iniciado otro triste capítulo en la Máxima Casa de Estudios de los oaxaqueños, esa que varios declaran hipócritamente amar y agradecer, pero que en los hechos insultan”.
El directivo universitario condenó que el silencio y ensimismamiento “nos harán cómplices e indignos herederos de grandes universitarios”.
Martínez Marín señaló que si no se tiene la capacidad jurídica, política, financiera y moral para ampararse ante lo que está sucediendo, si no se está obteniendo otros edificios o predios que indemnicen este despojo abusivo, al menos se tenga la decencia de presentar el proyecto a la máxima autoridad universitaria.
Lo anterior, “para que cada uno pase a la historia de la Universidad como un defensor o como un cobarde que no cuestionó, ni enfrentó 2este pedante proyecto, que aunque promete en cincuenta años ser entregado a la universidad (si es que sucede) poco en verdad le servirá a la esencia universitaria que es la academia, la investigación y la cultura tener un elefante blanco que rentar para la venta de gorras, papas y cerveza de un sector de la población que al parecer poco le importa la formación de las futuras generaciones como profesionistas, como médicos, contadores, abogados, arquitectos como universitarios, como contribuidores de su sociedad”.
El CAPCEO, por su parte, solicitó que, en un plazo no mayor de cinco días hábiles, el Rector de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca, la Fundación Alfredo Harp Helú, la Secretaria de Desarrollo Urbano Municipal y la Dirección de planeación urbana del gobierno del estado, instalen una mesa de concertación, atención y solución a sus demandas invitando al INBAL a que se sume para defender este edificio icono de la ciudad.
También demandó que la mesa de concertación, atención y solución sea amplia entre la representación de las organizaciones artísticas, culturales y arquitectónicas de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
“Por lo anterior exhortamos a la Fundación a que haga autocrítica del proyecto en cuestión y descubra las implicaciones negativas que éste tiene en relación con el funcionamiento de las cuestiones urbanas e identitarias de Oaxaca.
“Estamos absolutamente dispuestos a dialogar con nuestras autoridades. El interés que nos motiva es el de mantener y preservar los valores culturales y la defensa de sus aportaciones patrimoniales a la riqueza artística y arquitectónica de nuestra nación”.
De acuerdo con el CAPCEO, el estadio “Eduardo Vasconcelos” es una de las piezas arquitectónicas iconográficas y referencia obligada de una época, no sólo en este estado de la República, sino en todo el país, la corriente artística moderna y la denominada “Art Decó”, de la cual forma parte este edificio emblemático.
A pesar de ello, denunció que en los últimos treinta años, de manera inexplicable y como una decisión unilateral, se han venido realizando modificaciones a la fachada y a la estructura que desvirtúan el diseño original y rompen con la percepción armónica del espacio que ocupa.
“Es por ello que, ante la actitud de ignorar nuestras peticiones que documentadamente en tiempo y forma hemos hecho saber a diversas autoridades y que esta se suma a la queja presentada hace unos días por la Facultad de Arquitectura 5 de mayo de la UABJO”.
Discrecionalidad en las obras
Especialistas, miembros de colegios de profesionistas y asociaciones, advirtieron la probable discrecionalidad en la forma en que se han iniciado los trabajos de demolición y construcción del nuevo estadio de béisbol de los Guerreros de Oaxaca, propiedad del empresario Alfredo Harp Helú.
Lo anterior, explicaron, porque no hay transparencia ni claridad si se ha cumplido o no con los requisitos para poder iniciar con los trabajos de construcción del nuevo estadio de béisbol.
Por ejemplo, mencionaron el artículo 40 de Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y del Reglamento de Construcción y Seguridad Estructural para el Estado de Oaxaca, en el que se establece que “en los casos de inmuebles clasificados y catalogados, por el Ayuntamiento, la Secretaría, Instituto Nacional de Bellas Artes y/o el Instituto Nacional de Antropología e Historia, como parte del patrimonio cultural de la ciudad de Oaxaca de Juárez y demás municipios, se requerirá de autorización expresa de las autoridades federales y/o estatales competentes”.
De igual manera, señalaron que el proyecto del nuevo estadio presentado en noviembre de 2024 no ha sido analizado y dictaminado con especialistas en la materia que esclarezcan el impacto urbano y ambiental que podría generar debido a las dimensiones, características y peculiaridades del mismo.
Esto, porque se pretende llevar a cabo una serie de acciones de entre las que destacan clausurar vialidades y la peatonalización de las mismas sin tener una visión integral y equitativa urbana de espacios compartidos, eliminar ejemplares vegetales contemporáneos al estadio, tener mayor cantidad de superficies impermeables de concreto que áreas verdes y eliminar un edificio histórico patrimonial para crear una explanada.
Por otra parte, dentro de los aspectos legales y normativos que no han sido esclarecidos con la obra, y de acuerdo a las acciones realizadas con los trabajos ya en marcha a un costado del estadio.
“El comienzo de los mismos supone una irregularidad de los aspectos normativos y requisitos básicos para el inicio de la obra, así como la documentación e involucramiento de los corresponsables de la supervisión; sin embargo estas obligaciones no han sido mencionadas por lo que la obra se encontraría fuera de norma operando al margen de la ley y con el consentimiento de los entes gubernamentales que deberían regular y sancionar este tipo de acciones y no ocultarlas, acrecentando la gravedad de la situación”.
El Comité de Especialistas que advierte sobre estas irregularidades está integrado por Enrique Calvo Díaz, presidente del Colegio Académico de Profesionistas en Arquitectura del Estado de Oaxaca (CAPCEO); Farid Ruiz Calvo, presidente del Colegio Libre e Independiente de Arquitectos de Oaxaca; Marco Antonio Aguirre Pliego, secretario de Cultura del CAPCEO; Raúl Alejandro Mena Gallegos, arquitecto perito de la sección de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Así como Gerardo José Corres Tenorio, asesor de la Secretaria de América Latina de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial y miembro del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca; Josué Nathan Martínez Gómez, investigador y catedrático miembro del CAPCEO; Gerardo Corres Zenteno, Diplomado Cátedra UNESCO; Fabricio Lázaro Villaverde, miembro del DOCOMOMO México; Edith Cota Castillejos, vicepresidenta del CAPCEO; y Rufo Caín López Hernández, presidente del Colegio de Urbanistas de Oaxaca.
Los especialistas también mencionaron otros requisitos como las constancias de alineamiento, uso de suelos, licencias, permisos y autorizaciones.
De no contar con estos requerimientos y ya iniciados los trabajos sin documentación en regla, advirtieron, se dará evidencia de la discrecionalidad con la que se manejan las obras en el territorio de Oaxaca, de la falta de equidad para todos los ciudadanos e involucrados en la rama de la construcción, así como la irresponsabilidad por parte del Gobierno Municipal.
Sobre el gobierno municipal, agregaron, está a punto de concluir y heredará un serio problema al siguiente mandato teniendo como aspectos graves la pérdida de un inmueble emblemático de la ciudad y los serios problemas urbanos que se generarán por la falta de estudios profesionales de impacto urbano, impacto medioambiental, impacto vial de protección civil entre otros.
Sostuvieron que el valor patrimonial y artístico del Parque de Béisbol Vasconcelos y de su autor, se respalda y constata a través de material y testimonio gráfico e historiográfico, así como las carencias, faltas y repercusiones del nuevo proyecto en materia patrimonial con la eliminación del inmueble artístico y la problemática urbana que supondría la construcción de un nuevo estadio con esas dimensiones en la zona.
Los especialistas hicieron un llamado urgente a la sociedad civil, vecinos y ciudadanos para unirse en la protección de nuestro patrimonio arquitectónico del movimiento moderno evitando la demolición del Parque de Beisbol “Eduardo Vasconcelos” patrimonio artístico de la nación.
“Ya que la pérdida de esta manifestación cultural parte nuestra historia, podría traer serias consecuencias, repercusiones y alteraciones a la integridad de nuestra identidad oaxaqueña que va más allá de lo prehispánico y virreinal. Así como las consecuencias de la creación de un nuevo inmueble con las características propuestas en la zona en la que se pretende construir, saturando el contexto inmediato y generando un impacto negativo en materia de movilidad, patrimonio medioambiental, cultural y urbano”.
También exigieron a las autoridades competentes atender este caso y deslindar responsabilidades a los involucrados como la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO) y la Fundación Alfredo Harp Helú, sobre las repercusiones que supondría la pérdida de este inmueble, así como la regularidad con la que se efectúan los trabajos.
Actualmente, este inmueble es patrimonio arquitectónico cultural de Oaxaca y bien material de la UABJO cedido en comodato a la Fundación Alfredo Harp Helú desde los años noventa.
Por sus características arquitectónicas y época de construcción, está incluido en la Relación y Clasificación del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) referente a Inmuebles con Valor Artístico, de acuerdo a lo establecido por la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble de dicha dependencia.
En un requerimiento de atención a la realización de intervenciones anteriores dentro del inmueble, que se hiciera en el año 2015 al entonces rector de la UABJO, Eduardo Martínez Helmes, quedó puntualizado que el parque es una obra arquitectónica con características estéticas e históricas relevantes y de interés para su conservación por parte del INBAL como instancia encargada del registro, catalogación, investigación, protección y conservación del patrimonio arquitectónico del siglo XX.