Luego de asegurar que en México, la explotación infantil ha alcanzado cifras exorbitantes, la Licenciada en Mercadotenia, Giselle Arellano Ávila indicó que de acuerdo a datos del INEGI, en México hay 1.76 millones de niños entre 5 y 17 años de edad que trabajan, lo cual representa el 10.6 por ciento del total de la población ocupada en el país.
En este sentido, destacó que, de acuerdo con el Código Penal Federal, el trabajo de menores de edad está prohibido, salvo en algunas excepciones, pero se realiza día a día en las principales avenidas de las ciudades, lo que permite que de acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el trabajo infantil en México, se caracterice por la explotación, el abuso y la discriminación.
Los niños que trabajan –dijo Giselle Arellano Ávila- generalmente lo hacen en condiciones peligrosas, sin la debida protección y a un salario mínimo y muchos de ellos son víctimas de violencia, ya sea física, sexual o psicológica por lo que la CNDH insiste en señalar que el trabajo infantil es una forma de exploatar a los niños, ya que se les priva de su derecho a la educación, al juego y a la vida familiar además de indicar que el trabajo infantil, es una forma de discriminación, ya que los niños que trabajan son generalmente de grupos vulnerables, como los niños indígenas o los niños que viven en la pobreza.
En este sentido y buscando la protección de los niños y adolescentes, informó Giselle Arellano Ávila que se firmó el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estableciendo que el trabajo infantil es el trabajo realizado por niños menores de 18 años de edad además del 182 de la misma Organización que establece que el trabajo infantil es el peor tipo de trabajo y que debe ser abolido.
En México,-continúo- el trabajo infantil es un problema grave, que afecta a miles de niños, estimando que el 70 por ciento de los niños que trabajan en el país lo hacen en el sector informal, lo que significa que no tienen acceso a los beneficios sociales y laborales, como la seguridad social y el seguro de desempleo además de que muchos de los niños que trabajan lo hacen en actividades peligrosas, como la minería, la construcción y el trabajo doméstico donde están expuestos a la explotación sexual y a la trata de personas.
Por lo que, Giselle Arellano Ávila finalizó informando que; otro de los Convenios que se han firmado, es el 29 que señala que el Trabajo Forzoso o de Servidumbre es aquel que realiza una persona bajo amenaza de violencia o coacción y que no tiene otro propósito que el de beneficiar a un tercero.
