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viernes, noviembre 22, 2024

El deporte como medio para la formación del mexicano que la realidad exige

Reportajes

Entre tantos sucesos difíciles y complicados que enfrentamos en el país, se presenta un evento que es motivo de alegría para los antorchistas y que ojalá lo sea para la sociedad en general. Me refiero a la participación de una delegación de deportistas que representarán a Oaxaca en el XIV Torneo de Voleibol del Movimiento Antorchista Nacional, a realizarse en el Puerto de Veracruz, los días 25 y 26 de los corrientes.

En el mar de noticias que buscan ser cada vez más estridentes y escandalosas para llamar la atención de la ciudadanía, es seguro que este evento pasará inadvertido, pero a nuestro juicio, es de vital importancia difundirlo y, sobre todo, redimensionar el papel del deporte en nuestra sociedad, para lo cual damos a conocer las causas que nos motivan a la realización de estos eventos y el importante objetivo que con ello perseguimos. En Antorcha, el deporte no solo es una actividad recreativa, que aleja a los jóvenes y a quienes la practican, del ocio y los hábitos perjudiciales que de éste surgen, sino además, una actividad altamente formativa.

El historiador Fernando García Romero, en su obra El deporte en la Grecia Antigua, hace un análisis de la importancia que éste tenía en la Grecia Arcaica, que va de los siglos VIII al VI a. De C., en concreto, en el deporte aristocrático de Atenas y el deporte de Estado de Esparta: en el primer caso, habla de las competencias deportivas y la ejercitación física, tomando como fuente los poemas homéricos, en los que “ser siempre el mejor y sobresalir por encima de los demás” pide Peleo a su hijo Aquiles cuando éste parte hacia Troya (Ilíada 11.784); en el segundo caso, a decir del autor, ante los conflictos sociales que muchas ciudades griegas intentaron resolver mediante la creación de nuevas colonias, Esparta optó por la conquista de los territorios de la vecina Mesenia, lo cual la llevó a controlar toda la mitad sur del Peloponeso. Este intempestivo crecimiento poblacional requería la construcción de un Estado compacto y cerrado a influencias exteriores, para lo cual militarizaron su régimen de vida como único medio para mantener el dominio ante su inferioridad numérica. Se creó el “deporte de Estado”, en el sentido de que era éste el que se preocupaba de fomentar, dirigir y controlar la formación física y la práctica del deporte entre todos sus ciudadanos, con el convencimiento de que la práctica del deporte era fundamental para la buena marcha y el futuro de la comunidad. Según el autor aludido, Plutarco en su Vida de Licurgo(16.6) decía que los espartanos “aprendían a leer y escribir porque era necesario, pero todo el resto de la educación tenía como meta obedecer disciplinadamente, resistir las penalidades y vencer en la batalla”.

Sin forzar mucho la lógica, se podría inferir que en estas sociedades se practicaba el deporte para templar el cuerpo y el espíritu, por ponerlo en buen mexicano. Esto es, prepararlos para buscar siempre ser los mejores en todo en el primer caso y, para tener una capacidad física que les permitiera mantener el poder, mediante un ejército formado de soldados con capacidades excepcionales, en el segundo.

Pues bien, hoy más que nunca se requiere comprender cómo formar a los ciudadanos que la caótica sociedad en que vivimos exige para su transformación en una más ordenada, justa y equitativa. Basta que veamos a nuestro alrededor para encontrar pobreza, inseguridad, violencia, falta de empleo, condiciones de vida deplorables, abandono gubernamental, como lo demuestra el hecho de que la vida en Oaxaca fue la más cara del país en el mes de mayo y de que ante los desastres provocados por Ágatha, solo se ofrezcan minucias y apoyos asistencialistas dejando a los afectados a su suerte.

Para ello se necesita formar un ciudadano recio, orgulloso y combativo, que tenga el deseo de superarse y de ser el mejor en todo. Y esto no se va a lograr con la importancia que le dan nuestras autoridades a las actividades deportivas, como lo demuestra el hecho de que para el Presidente de la República, promover el deporte signifique editar un video en el que se le ve en un partido de beisbol, bateando y cachando la pelota, como un vulgar acto de promoción mediática. Ésto, la nula inversión en el deporte y la corrupción en el sector, que ha llegado a que los deportistas tengan que costear sus propios gastos, son la prueba de que nuestra clase política en decadencia, quiere una sociedad de mexicanos que no luchen por superarse y que se resigne a la insufrible vida que llevamos.

La formación de los hombres y mujeres nuevos que hoy se necesitan, solo serán formados por quienes tienen el deseo genuino de transformar verdaderamente a nuestro país y, digan lo que digan quienes nos calumnian, los antorchistas llevamos más de 30 años de resultados en esta importante tarea mediante la práctica y promoción del deporte. En ese tiempo, hemos luchado por masificarlo, por llevarlo a las capas populares que no tienen acceso por falta de dinero y apoyo oficial. Para ello no ha sido obstáculo el poco o nulo apoyo gubernamental, pues con el esfuerzo de los deportistas, de los antorchistas, de nuestros amigos y aliados, hemos llevado el deporte a grandes sectores populares.

¡Así que los deportistas oaxaqueños, apoyados por Antorcha, estarán presentes en el XIV torneo de Voleibol, intentado poner en alto el nombre de Oaxaca. Hoy que se necesitan noticias alegres que nos llenen de aliento y de triunfo, bien vale la pena presumir lo que nadie más hace!

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