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viernes, octubre 18, 2024

Crónicas de la ínsula | Una Guelaguetza nueva e independiente del Gobierno

Reportajes

Cuauhtémoc Blas

La Guelaguetza nació del poder político, esa es su historia. En 1932 el gobierno del estado auspició la creación y puesta en marcha del Homenaje Racial. En 1951 los ricos comerciantes locales, hoteleros, restauranteros junto con la autoridad municipal de Oaxaca, retomaron esa actividad con miras a atraer el turismo como negocio. Le llamaban Lunes del Cerro, igual que la tradición local de las familias por pasear en el cerro en esos días de fiestas del Carmen Alto y Bajo de los dos lunes de julio, respectivamente.

De 1952 a 1959, con sus altibajos y adecuaciones la fiesta prosiguió así en el Cerro del Fortín; después, el gobierno del estado retomó esta festividad y desde 1960 se le llamó Guelaguetza. En 1975 cuando termina la construcción del magnífico teatro al aire libre, Auditorio Guelaguetza, se dan cambios radicales: la desaparición de los Lunes del Cerro como la tradición familiar de ir a desayunar y a pasear por las tardes al cerro; y la confinación de la gente del pueblo a los lugares más alejados de la Rotonda de la Azucena. Iniciaron las fiestas del cerro de las discriminaciones.

GUELAGUETZA ACTUAL NO ESTA OBLIGADA A SER ORIGINAL

Quienes están en desacuerdo con esta fiesta de las discriminaciones, pero, al mismo tiempo, claman por no perder lo auténtico y la originalidad indígena en esos lunes de julio, tienen mucho qué hacer. Primero percatarse que el Homenaje Racial y después Guelaguetza, creadas desde el poder político y económico, no se diseñaron para mostrar originalidad alguna, sino el primero como un homenaje de los “indios” a la gran señora, a la Oaxaca semicolonial de 1932 por sus 400 años de su categoría de ciudad. “Indios” que los organizadores escogieron entre los menos pobres de ellos para postrarse ante la gran ciudad en el llamado espectáculo racial.

Más tarde, la Guelaguetza se instituyó como una estrategia para captar divisas del turismo. Los ricos comerciantes de la ciudad de Oaxaca decidieron que así es como moverían la economía local. Economía que hasta entonces, como reflejo de las demás regiones del estado, era el centro mercantil y de servicios para la economía campesina predominante.

Al optar por los servicios, hoteles, restaurantes, los “capitalistas” locales renunciaron al trabajo productivo en industria o manufacturas más elaboradas, optaron por vivir de los llamados negocios de viudas. Además, hicieron todo lo necesario para que este inmovilismo persistiera. El gancho del pasado indígena tamizado y mistificado (Guelaguetza) y el atraso en el desarrollo de las fuerzas productivas sería la base de su modus vivendi, de su extracción de ganancias. Hay, además, otras fechas de temporada alta: Semana Santa, Todosantos, diciembre.

LA RETRÓGRADA CLASE ALTA DERRIBA DOS GOBERNADORES

Entre los años de desarrollo de las fiestas en el cerro, después del Homenaje Racial, 1932 a 1959, la clase alta local, aliada la gente de los mercados y con el apoyo de sus hijos estudiantes del Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, habían derrocado a dos gobernadores que quisieron remontar esa economía aldeana al promover incipientes procesos de modernización: Edmundo Sánchez Cano y Manuel Mayoral Heredia, caídos en 1947 y 1952, respectivamente. Ambos fueron enviados por los presidentes de la república, pero la clase alta provinciana local los derrotó. Todos los que les sucedieron estuvieron ya identificados con esta última.

“Los dos gobernantes depuestos coincidieron en el rasgo principal de sus regímenes: iniciar la modernización de la entidad. Para ello optaron por implantar nuevos impuestos, sólo que la respuesta de la clase alta local no pudo ser más espontánea, al pronunciarse en contra por partida doble: no aceptaron pagar más impuestos y menos para modernizar nada, puesto que su bienestar se basaba precisamente en lo contrario: en el atraso de la entidad”. http://revistaenmarcha.com.mx/images/pdf/LIBRO_INSULA_DE_REZAGOS.pdf pag. 248.

LA VANGUARDIA DEL ATRASO DE OAXACA

Esta vanguardia del atraso económico tiene correspondencia con la vanguardia del atraso indigenista cuyos trabajos académicos o políticos, en todos los frentes ideológicos, tanto en el PRI como en el magisterio, COMUNA y demás negocios del chantaje que enarbolan esa bandera para justificar sus empresas redituables, ya sea proyectos “productivos”, cargos públicos, jueces, magistrados…

Han sido tres momentos de definición de la Guelaguetza: 1932, 1951 y 1960. Debido a la banalización de esa fiesta se hace necesaria la propuesta de una cuarta etapa: crear una nueva Guelaguetza ajena al gobierno y a los comerciantes, como iniciativa de la sociedad. La magisterial, además de caótica, resultó peor que la oficial con su besamanos y ofrendas de sumisión.

Una nueva fiesta ajena al gobierno, con la participación más auténtica e independiente de los pueblos, incluso, sería de un impacto mayor que atraería a más gente. Calpulalpan, Ixtlán y varios pueblos de la Sierra tienen cierta infraestructura de cabañas y espacios para acampar. Esta es una idea, hay muchísimas opciones de Oaxaca con su riqueza natural, biodiversidad, climas, regiones.

www.revistaenmarcha.com.mx

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