César Rito Salinas
Voy al librero, paso la mano por dispuestos lomos de libros. En la sombra impera el olor de la materia vegetal, las páginas del libro liberan moléculas aromáticas del benzaldehído (almendra, vainilla) La memoria tiene momentos que relacionan a la biblioteca con un largo viaje cargado de paz, silencio. El aroma dulce logra que los ojos busquen hasta que me detengo en las palabras, los nombres; busco en las palabras de otros la imagen del sitio que amo, la Oaxaca de todos, uno habrá, me digo, que me hable de la ciudad del pasado.
– ¿Cuál la imagen que más recuerdas de tu tiempo en Oaxaca?
– La Casa de la Cultura, de los siete príncipes creo que se llamaba, ahí dicté talleres de Poesía y Creación Literaria al mes de llegar a Oaxaca, y me encantaba el salón amplio al centro, en el segundo piso, donde lo dictaba, sobre un primer patio interior bien cuidado. Hermoso. Igual casi todas las calles céntricas, las tabernas todas, hasta la más paupérrima tenía atractivo para mí, ay sus burlitzer, esas máquinas redondas a monedas, para seleccionar distintos temas y cantantes.
– ¿Recuerdas alguna Comida, algún mezcal?
– Las empanadas de amarillo al comal con epazote en las ferias. Claro, varios mezcales, del bueno, del malo, del volador de techumbres cerebrales, alucinando, mezcal y luz oaxaqueña, nubes, buen recuerdo.
– ¿Qué información de Oaxaca te llega en tu actual lugar de residencia?
Varias, Toledo, Cantera Verde, Galerías de Arte, y fundamentalmente información de amigos que hice allá.
– ¿Quisieras volver a Oaxaca?
Siempre quisiera volver a Oaxaca, para eso comí muchos chapulines, entre botana y cerveza fría en verano, tantos comí que de hecho vivo recordando como si viviese allá, echo de menos las tortillas y las salsas todas. También los viajes a todas las distintas y espléndidas regiones del gran estado de Oaxaca, de Pacífico a Atlántico, llegar a Tuxtepec, cruzar la montaña de la niebla, de la botánica, y caer al sudadero tropical.
– En relación con otros lugares donde estuviste, del 1 al 10 ¿qué calificación le darías a esta ciudad?
– Le pongo nota 7 y nota 10 por corazón.
Álvaro Ruiz Fernández (Ottawa, 1953), poeta, cronista, perteneció al grupo de pensamiento y escritura, reflexión, Unión Chica, lidereado por el poeta Jorge Teillier en el Chile de la dictadura que encabezó Augusto Pinochet; viajero por el Continente, en los años 90 del siglo pasado tuvo una estancia en la ciudad de Oaxaca, queda como constancia de su paso por la Verde Antequera (ciudad anti estrés, dijo un día) la plaquette La virgen de los tajos, publicada por el Instituto Oaxaqueño de las Culturas (1995).
 La memoria tiene momentos que relacionan a la biblioteca con un largo viaje cargado de paz, silencio. El aroma dulce logra que los ojos busquen hasta que me detengo en las palabras, los nombres; busco en las palabras de otros la imagen del sitio que amo, la Oaxaca de todos, uno habrá, me digo, que me hable de la ciudad del pasado.){kind=link}