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viernes, noviembre 22, 2024

Calle del Alhelí | San Juan Guichicovi

Reportajes

César Rito Salinas

San Juan Guichicovi

El primer recuerdo que guardo de San Juan Guichicovi, municipio ubicado en la zona norte del Istmo de Tehuantepec, en el área del Bajo Mixe, es el de la lluvia intensa que cae sin pausas sobre la roja tierra feraz; las humildes viviendas. Escribo San Juan Guichicovi y recuerdo a mi madre, mujer zapoteca, a sus encendidos huipiles bordados; sus enaguas: Ella contaba con su bordadora allá, en Guichicovi.

La zona de Guichicovi ofrece resistencia al proyecto transístmico del Istmo que pone en marcha el gobierno federal; distintas organizaciones llaman a los habitantes a resistir en la defensa de la tierra, temen despojo y mayor marginación. Este 24 de junio, día de San Juan, recuerdo la lluvia eterna, los frutos, hay limón, plátano, maíz, los sembradíos se esparcen entre la gente empobrecida, sin esperanzas de que sus hijos pasen días de mejores condiciones, satisfechas sus necesidades principales, vivienda digna, alimentación, vestido, educación.

Sus mujeres cuentan con las mejores manos en la elaboración de los bordados para las enaguas y huipiles istmeños (recuerdo a mi madre, en su cumpleaños número 70, el traje regional que portó en la celebración fue hecho por su artesana; amenizó la fiesta El Gran Combo de El Negro Laido, originario del barrio Santa María, de Tehuantepec).

San Juan es un municipio del Istmo que no pareciera municipio istmeño, la gente es triste, silenciosa. 

Será la tanta agua que cae de los cielos a la tierra roja que los deja pensativos, será que ellos habitan el punto medio entre los dos océanos donde se encuentran los vientos, será que esas alturas que habitan forman un carácter opuesto al de los otros municipios que existen a cero metros sobre el nivel del mar; será que de esa zona alta, digamos Chivela, baja el viento fuerte que derriba camiones en La Ventosa, Juchitán. 

Pienso que Oaxaca no conoce de la expresión del arte de San Juan Guichicovi, que debemos todos darnos la oportunidad de ejercer este centralismo cultural propio del siglo pasado. La marginación es extensa, es cuento largo. Hasta San Juan acompañé a mi madre a visitar a su artesana del bordado; y en este día de San Juan, mero 24 de junio, me entero que la gente del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, IEEEPO, organizó la Primera Feria Rural de las Artes, Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación que logró reunir a 800 alumnos de los niveles en preescolar y primaria. 

La lluvia cae de otra forma, cargada de recuerdos y esperanzas.  

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