César Rito Salinas
La Corcholata Adán Augusto arribó con dos horas 10 minutos de retraso a la asamblea informativa que esta tarde en la plaza de la danza convocó Morena, para posesionar a sus precandidatos en busca para llegar con recorrido a la encuesta nacional de donde saldrá el candidato a la presidencia de la República.
No faltaron las banderas rojas, verdes y blancas, tampoco el grupo de danza folclórica que se esforzó para que el ánimo de los no más de mil asistentes de cayera en las gradas de cantera verde o las sillas plegables dispuestas para recibir a Adán Augusto López Hernández.
Adán llegó a contar cuentos, relatos del tiempo pasado con los que intentó mostrar cercanía con el presidente de la nación
Fueron no mas de 25 minutos el tiempo que duro la intervención en la tarde lluviosa donde los a sustentes estuvieron protegidos por una estructura qué hizo parecer qué el acto se trató de una lujosa boda.
La Corcholata llegó tarde, hubo extrañeza entre las coordinadoras del la asamblea porque Adán Augusto venía de un recorrido que inició en Pochutla, pasó por Miahuatlán y, de último momento, le organizaron una calenda por las calles de la ciudad.
El Corcholata oriundo de tabasco mostró músculo, condición física. Acostumbrado al calor del Edén, Tabasco, Adán se movía como pez en el agua, enérgico.
Traía la narrativa justa para sus adversarios, aunque nunca los mencionó por su nombre, Roberto Madrazo, Latinus y Carlos Loret.
De Televisa dijo, nos ataca, pero yo no quiero ni busco salir en su pantalla.
Los asistentes, que en su mayoría llegaron procedentes de la agencia municipal de San Martín Mexicapam, granero electoral del municipio, escucharon las palabras como quien prenda una vela a su santo y espera que un milagro, sin convicción.
Augusto habló para los adultos mayores, contó el cuento del inicio del programa nacional de los adultos mayores, qué un día de campa recibió la gracia de la iluminación en Oaxaca, cuando un campesino se acercó al candidato Andres Manuel a pedir apoyo.
Cuentos y pelea verbal contra sus adversario. Llegó tarde Adán a su cita en la Verde Antequera, al terminal el acto, justo en las banquetas de avenida Independencia, a las puertas del arzobispado, un coordinador de contingentes hacia el pase de lista; bajo la ligera llovizna alguien creyó ver discretos sobres amarillos qué pasaban de mano en mano.
