En la azotea del edificio un maldito gringo no deja de hablar por teléfono, la voz que arrastra vocales me desconcentra; el implicado lleva por nombre Carlos Humberto, anda prófugo de la justicia. ¿El cargo? Ser hermano de un perdedor.
Por la mañana el gobernador Jara, en entrevista desde palacio de Gobierno, dijo, “la familia ya me buscó para que pare las investigaciones, pero no lo haré”. Imagino el rostro de los familiares, de Cosolapa son, de la región de la Cuenca o eso dijeron en otros años cuando llegaron a la ciudad con una mano adelante y otra atrás.
Los ciudadanos tenemos claras tres cosas en este presente de delito y corrupción: 1, el agua está escasa en colonias y fraccionamientos, con suerte llega cada 20 días, 2, los mejores mezcales de la ciudad están en CUISH de Díaz Ordaz, 3, la administración que inicia caza pesces de gran tamaño para la foto.
Chinto tapa chinto.
Así que vendrán una y mil, diez mil conferencias de prensa donde el principal protagonista de la administración sea el Asesor Jurídico cargado de denuncias contra la gente de la pasada administración; más ahora en que Alejandro Murat se bajó de la contienda interna de la oposición por la grande.
O lo que no es lo mismo pero es igual, dijera Silvio, hay que sacar más fotos de talla grande, capturas de buen tamaño para que el electorado -el ciudadano peatón- encuentre indicios del tan pregonado cambio.
No somos iguales, son peores.
La voz del maldito gringo ya no se escucha, se lo tragó la tierra o los chapulines cargaron con su persona, pero quien escribe habita la noche oscura de la Oaxaca del verano repleta de calores. Carlos Humberto está “no localizable”, el gobernador dijo: pero nosotros no le vamos a parar. La declaración fue hecha allá, en palacio, a su espalda estaban la bandera de México y la de Oaxaca; al frente, los reporteros, las reporteras tomaban notas en el cuaderno vengador que escribe cada silaba y olvida todo, gobierno tras gobierno.
El maldito gringo se perdió en la noche, permanecen los sancudos con el zumbar de sus alas que interrumpe la concentración del que escribe. ¿Dónde estará Carlos Humberto? Que lo busquen en Veracruz, de allá es la familia del Triple A.
Levanto redes, no llegará esta noche el agua, ya es tarde para bajar por un mezcal al CUISH y el gobierno de Salomón ya carga con el vicio del ofendido, pura denuncia pública y nada de aplicar la ley. Pariente, mejor me voy a tomar un café en la esquina, le paro ya de tanta letra. Hay sujetos que nacen con mala estrella, las circunstancias lo ponen en los extremos de una averiguación previa, pero en el fondo son lo mismo; perdedores llevados por la mano del destino. Salú.