César Rito Salinas
Por estos días donde hasta los diputados locales son detenidos por el delito de narco menudeo, volver a revisar los temas tratados en los medios de comunicación nos hacen preguntar: ¿en qué parte vuelve a comenzar el tiempo?
Dos criminales se alían en el delito, secuestran, extorsionan, trafican droga y mujeres, venden protección y cobran piso.
Se dan a conocer ante la opinión pública como La Mano con Ojos, el crimen -desde hace tiempo- trae la mejor difusión. La autoridad los combate, ellos la repelen. En un enfrentamiento con el ejército acribillan al delincuente conocido como La Mano.
La autoridad sale a los medios a declarar la efectividad de su estrategia contra crimen.
Luego del asalto del gobierno los delitos continúan, recrudecidos. Secuestro, extorsión, tráfico de drogas dentro de las mismas instalaciones de la Universidad Nacional; trata de blancas, venta de protección, piso.
Un día del verano la Marina informa del enfrentamiento callejero a balazos, entre sus hombres y un peligroso grupo de delincuentes.
Luego del informe todos querían saben.
Trascienden las imágenes del combate en las calles de una colonia al sur de la ciudad. A la noche, los noticieros informan de la muerte del cabecilla de la banda apodado El Ojos.
El gobernante sale a declarar, reconoce que nunca supieron que el grupo criminal La Mano con Ojos estaba formado por dos individuos.
– La gente existe con ideas equivocadas en la cabeza, por ejemplo, que una tarde con aguacero propicia la escritura, el amor –dijo Rubalcaba en la cantina El Otro Mundo, antes de arrojar el diario en la barra y ordenada a Chori, el mesero, que dispusiera ya de la otra tanda de mezcales.