César Rito Salinas
Ya se sabe, Oaxaca es plaza, ponga usted una boda en Santo Domingo, un mitin del PRI o un congreso evangélico, la ciudad con sus paredes de escenario cumple. En el caso de la visita de Claudia Sheinbaum el auditorio Guelaguetza, cumplió con su cota de pasión y fervor para la foto en Instagram.
Por la mañana, unos ojos grandes como platos observaron hacia la cámara. Era Claudia, en desayuno privado en Casa Oaxaca, de Alejandro Ruiz. En la foto aparecen la Candidata a la presidencia de la República, es Claudia, el gobernador Salomón Jara, la esposa de éste -una señora oscura, opaca- Mario Delgado y el bufón de palacio, Jesús Romero.
En la exclusiva imagen captada para su difusión en Twitter se notaba una clara ausencia, el prietito en el arroz, la sonrisa que acompaña a la comitiva del gobernador Jara, la despampanante secretaria de Turismo, Saymi Pineda Velasco.
La gira de Claudia fue postergada en una primera visita por un asunto de agendas: el presidente Obrador, la semana pasada, había programado una gira de trabajo donde se pondría en marcha el tren del Istmo de Tehuantepec. Andrés Manuel, personaje de presencia absoluta, no quería competencia en la difusión de su imagen en el recorrido inaugiural y pidió se reprogramara la imagen para este fin de semana.
Y llegó Claudia, y se fueron de la foto las amantes.
Y se fueron los hermanos, también. En el auditorio Guelaguetza se pudo observar a un descompuesto Noé Jara, antes soberbio y puntual en los recorridos de trabajo, tequios y labores comunitarias por agencias y colonias apartado. Oculto en la tercera fila de la zona VIP.
La imagen difundida, funciona para otorgar pistas, indicios.
La avanzada de Claudia cuida hasta el más mínimo detalle, desayuno ligero -café, chocolate oaxaqueño- con el gobernador y su esposa y su segundo de a bordo, el bufón de palacio. Nomás.
¿Por qué tanto y tan especial cuidado de los organizadores del recorrido? La avanzada trabaja por sondeos, encuestas de opinión propias donde se detectan a los indeseables, para no afectar la imagen de la candidata.
De la imagen de Claudia salieron los diputados locales, su coordinador, dejaron a la niña de ojos anchos como platos que luciera como estrella lejana, inalcanzable en una Oaxaca que es plaza, llena. Cumple como escenario para un circo, un carnaval, la boda de los ricos o las visitas groseras de actores y actrices de Televisa.
Oaxaca cumple como escenario, no tiene pierde, los indios son escenario confiable.
