Más del 95 por ciento de las escuelas de Oaxaca vende y permite la venta de alimentos considerados “chatarra” a sus estudiantes, con lo que se contribuye a generar entornos alimentarios poco saludables y a la obesidad en niños y niñas menores de edad, según un informe del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública del Congreso local.
El reporte, además señala que, de 259 escuelas primarias y secundarias tanto públicas y privadas inspeccionadas, 80.3% vende y permite la venta de refrescos.
En contraste el 68.3% no venden frutas y verduras, 90.3% no tienen comité de vigilancia que prohíba la venta de comida chatarra y en 80.7 por ciento de las escuelas no cuentan con bebederos de agua.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020-2022 (Ensanut) advierte que en Oaxaca la prevalencia entre niños de 5 a 11 años de edad es del 13.5% en obesidad y 18.1% en sobrepeso; entre 12 y 19 años de edad, el 27.7% presenta obesidad y 14.4% sobrepeso.
“De una muestra de 259 escuelas primarias y secundarias del estado (públicas y privadas), para el ciclo escolar 2022-2023 se obtuvo que los ambientes alimentarios en las escuelas exploradas se consideran obesogénicos”, asegura. Y precisa que se considera un ambiente obesogénico cuando la suma de influencias que el entorno, fomentan la obesidad en individuos o poblaciones.
Con estos datos, el CESOP advierte que las instituciones educativas públicas y privadas del nivel básico (primaria y secundaria) incumplen con la de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca.
El 4 de septiembre de 2020 entró en vigor una reforma a esta legislación con lo que se convirtió en el primer estado de la República en tener una Ley “antichatarra”.
En esta reforma se establecieron una serie de prohibiciones, como la distribución, venta, regalo y suministro a menores de edad, de bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico; bebidas azucaradas y alimentos envasados de alto contenido calórico en instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior.
Así como la venta, distribución o exhibición de cualquiera de esos productos a través d distribuidores automáticos o máquinas expendedoras en instituciones educativas públicas y privadas de educación básica y media superior.
