César Rito Salinas
En la pintura de Francisco Toledo sobresale su trabajo para abordar los problemas del arte planteados por los pintores de otras épocas, el uso de materiales obtenidos de la naturaleza próxima y soluciones que logran el diálogo del presente con los mapas.
En Títulos primordiales de Juchitán (1990, 68 X 117 cm), gouache, collage y cáscaras de pistache pegadas sobre papel industrial, el pintor se acerca desde el título al viejo lenguaje de los mapas. Cada espectador carga en la memoria un acervo de imágenes; quien lo mire se preguntará: ¿Qué son los títulos primordiales? Y este cuestionamiento forma, de manera extraordinaria, la intención de la pieza, incluir en el mismo plano diferentes temporalidades.
Toledo apuesta por su obra desde la tradición oral, forma el diálogo, inicia el relato, quien mire la obra intentará distinguir calles, cuerpos de agua; cúpulas de antiguas iglesias; el borde de un camino; de izquierda a derecha corren imágenes, oquedades, las podemos ver cuando llevamos la mirada de abajo hacia arriba, de derecha a izquierda y del centro hacia los costados de la pieza como si se tratara una obra de arte indígena mientras se encuentra frente a una pieza que trabaja con el lenguaje antiguo de los mapas.
Presente y pasado nos convocan, Jacobo Babines López en una ficha informativa elaborada para el Archivo General del Estado de Oaxaca nos dice que los títulos primordiales son documentos elaborados en el contexto novohispano, fueron utilizados para ubicar la reorganización de los pueblos indígenas en la Colonia; representan los cuaxochtli, término nahua usado para indicar “linderos” o “límites”, retenidos por la memoria del pueblo .
Fueron también instrumentos legales emitidos por la Corona española, tanto a particulares como a los pueblos o comunidades de indios en el estado de Oaxaca; con el tiempo estos documentos se vuelven testimonios del uso del suelo. Para Carlos Monsiváis, Toledo en sus cuadros es ajeno a toda denominación folclórica o turística, no es un indio que pinta; el celebrado cronista menciona que el propósito del pintor juchiteco es celebrar una de sus herencias y convertirla en temática artística de largo alcance.