César Rito Salinas
esto es para ti, la madrugada
me encargó mucho que te lo enviara
Uno
Soy el hijo de una mujer que cuidó su jardín hasta su muerte. Soy Oseas, vengo de las tierras del viento fuerte. La de los muelles sin pescadores, de tardes en que las naves cabecean su abandono; de las tierras que se abren junto al mar soy, donde la tristeza crece como hierba en aguacero. Del espacio donde sólo las letras salvan de caer en el vicio de maldecir.
Dos
Soy Oseas. El puerto abandonó la pesca. Los pescadores sólo desean engrosar las filas de la burocracia. El puerto cunde de burócratas, sicarios, políticos milagreros; mientras las mujeres recuerdan a los abuelos, encona el aire la escoria. El mismo mar de tantísima vida ya es cosa de los libros, de la poesía que unos tristes leen en las tardes en que amaina el viento de agosto. Para no suicidarse, no rendir el cuerpo; del territorio del salitre soy, y vengo de la mugre que deja al pasar la pleamar por las piedras, sobre la arena amarga.
Tres
Pasaron ya los calores de mayo, nos alcanzaron las lluvias tempranas. Las calles arden con el canto de las cigarras; en la mañana, antes que el sol caliente la banqueta, el canto de las cigarras. Hemípteros detenidos frente a la sed del campo: A veces, más que un canto parece el patas y antenas; la cigarra canta, más allá de la fábula que la denigra, terca, ebria de su labor: su canción crece en medio de maldiciones. Las cigarras se mantienen en su labor, implorar por la lluvia, aunque en ello se coma su mismo canto.
Hay que escribir, al regreso de Monte Albán, con ojos puestos en las huellas del aire.
Se lee el mar
los cielos
se lee el pasado la infancia
se leen los autos estacionados junto a la supertiendas
los televisores los monos
el roble
lector de imágenes
leemos la Biblia
leemos el cielo
las sombras
¿Qué buscamos?
suspiros
apariencias indicios
rúbricas
presagios
nada
La lluvia en el valle
Lo supe después, antes de entrar a la escuela.
El nombre de la chicharra es cicádidos
Al caer el sol repito el nombre, cicádidos,
Luego huele a tierra mojada.
