César Rito Salinas
Dr, Schwöeder. El del reloj de oro en el bolsillo del chaleco, el de las tres copas de champan para Chéjov de Carver y sus tres flores amarillas.
El personaje que aparece en el relato como una escopeta colgada del muro ¿dónde estará mi cama mi mujer mi doctor mi ciudad en la noche de la agonía que antecede a la muerte por cirrosis?
Qué ilusión qué pleito grande emprenderé con qué personas ¿saben ustedes cuáles son las condiciones de la muerte por cirrosis? lo que el enfermo alucina con el cerebro atacado de amoniaco.
Dónde en esa noche de la agonía estaré frente a la copa de champán que me alcanza la misma mano del doctor que debió cuidar mi salud junto a mi entristecida mujer.
Quién será la mano que me alcance el champán tequila mezcal quién será cambiaría las blancas cortinas de la habitación aséptica por la mugre de una populosa calle del puerto junto a migrantes y albañiles que huyen de la ira de la mujer junto a niños perdidos que prefieren habitar la oscura calle donde pueden llegar a ser hombres de verdad que volver a la rutinaria existencia de hijos que la televisión que ofrece cada mañana.
Las noticias donde aparecen hombres de corbata que roban el futuro y el presente de las personas amparados en cargos públicos sin que nadie grite ¡Al ladrón! ¡Al ladrón¡
Sin que la policía salga en su persecución ¿de quién será? me pregunto por la mano de la mujer que cierre mis párpados.
El médico que atenderá mi agonía cuando inhale el aire de todos por mi vientre digo quién recogerá la tapa de la botella con la que me dispensaron el último trago porque habrá una botella y una tapa del último trago que rodará por el suelo de la habitación o la calle por las prisas de alcanzar el último suspiro de mi corazón de ebrio, quién, ¿dónde?