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jueves, septiembre 19, 2024

¿Cómo vinieron los gatos a este lugar?, Enrique Arnaud aborda el arte desde el tiempo de las preguntas sobre la identidad

Reportajes

César Rito Salinas

Los caminos del arte llevan -para quien lo intente- a las preguntas que se han hecho a lo largo de generaciones sobre la identidad. Oaxaca ofrece en sus calles y edificios el sitio para levantar preguntas sobre el tiempo y la naturaleza humana; con cada generación que lo intenta se logra el signo de las artes, que caracteriza a este lugar que habitamos. Enrique Arnaud, a sus cuarenta años, realiza su trabajo en dos disciplinas, la pintura y la literatura. Para saber de su proceso creativo, su salto entre los dos abismos, Estado 20 le solicitó esta entrevista.

Quién soy y qué hago aquí

– ¿Qué problema de la pintura abordas o intentas abordar con tu obra?

– El principal tema que me interesa con la pintura es el de la identidad. ¿Quién soy?  ¿Qué hago aquí? ¿Qué significa este tiempo? ¿De dónde vengo? ¿Qué significa mi presencia aquí y ahora? Quiero decir, quién soy dentro de la pintura. Quiero representar a las personas como yo. Mi tiempo y este lugar. Lo que siento. Es imposible que estando en Oaxaca no capte tu atención el fenómeno de las artes plásticas. Los artistas plásticos fueron los representantes más grandes de la cultura oaxaqueña a finales del siglo pasado. Fue un tiempo muy bello en Oaxaca, el de mi adolescencia. Veo las diferencias entre aquellos maestros y los maestros de la historia del arte. Y pienso que la principal diferencia es Oaxaca, su identidad. Esa búsqueda. Ese querer ser y también ese no encontrarse. 

El pasado, lo perdido. Y también lo actual y el orgullo. Esos pintores qué representaban Oaxaca, de una forma no terminaban por representarme. Los maestros que admiro de la historia del arte tampoco me representan. Estoy aceptado que no soy único, y que no soy tan importante como muchas veces he querido ser. Pero es mi sentir no sentirme representando. Esa era una inquietud cuando empecé con este camino de la pintura. Ahora no se trata de exclamar mi nombre. O dejar una marca. Es una búsqueda de mi propio pasado y de mi futuro, y cambiar mi destino si acaso algo no me gusta de él. 

Siento mucha curiosidad por el pasado. Quisiera conocer mi historia por completo. Eso no es posible científicamente. El olvido se ha llevado la mayor parte. Pero tengo el arte para explorar y tratar de explicarme esa historia, quien soy y qué hago aquí.

Cómo fue que llegaron a esta tierra los gatos

– Tu pintura se caracteriza por el desarrollo de personajes singulares, ¿desde dónde los pones en marcha, desde la referencia de la comunicación de masas?

– Mi pintura es un ejercicio lúdico y empírico. Yo tengo personajes en mi pintura actual. Son una mezcla de lo que veo. De lo que entra a través de mis ojos. El tema de los gatos es algo que me identifica. Me gustan porque son suaves. Pero en la pintura es un personaje casual y sin ningún significado religioso ni político. Es un personaje inocente y ya. Me llaman mucho la atención sus historias y cómo es que vinieron a dar a esta tierra que no es de gatos. En los pueblos hay gatos. En la Costa y en el Istmo. También en la Sierra. ¿Cómo llegaron ahí? Son amigos de la humanidad desde hace muchísimo tiempo.   

– Cuál tu referencia en la pintura, ¿de dónde llega esta paleta de colores que utilizas?

– Mi pintura es algo empírico. Trato de dejarle energía positiva. Me divierto con el ejercicio de la pintura. Para mí es como jugar en el recreo, o como hacer una travesura. Esa energía es la que me gusta compartir de mí. Los colores son los de Oaxaca. Los de la luz de la tarde o la mañana. Esto tiene el defecto de que si viajo a una ciudad muchas veces tengo dibujos grises. No lo pienso mucho. Me gusta improvisar.

– ¿Pintas tus piezas desde la llamada crítica de las artes?

– Definitivamente hay otros campos artísticos en lo que estoy más enfocado en la historia y sus referencias, y de la crítica del arte. La pintura es un ejercicio que se limita a los materiales y la ejecución. Me resulta más práctico relajarme y pintar y después ver qué piezas son las que me están gustando, cómo seguir un camino entre varias opciones, claro con destinos distintos. En eso creo que sí tengo claro, el destino al que quiero llegar. Quiero transmitir lo que siento cuando pinto. Pero no me interesa compararme con los referentes contemporáneos ni con los maestros de la historia del arte. Me interesa más ver que otros gatos hay en la pintura de los artistas contemporáneos de mi ciudad, de mi país, y de este tiempo nuestro. Me gusta mucho la poesía y la literatura. Es algo a lo que le dedico mucho tiempo. A leer, sobre todo. Pero ese es otro tema.

– ¿Cuál piensas que es el panorama de la situación actual de la pintura en Oaxaca?

– La nueva pintura… bueno. Los chavos ven a los pintores que tienen dinero y aventuras y se imaginan que ese cotorreo es lo chido. Hay ejemplos malos, y también hay ejemplos buenos. En fin, me gustan los gokus, la banda que está rompiendo moldes. Que no busca un mercado, si no el placer de dibujar. Me gusta esa búsqueda de identidad. Veo a chavos que hacen gráfica y que meten cosas de anime japonés. ¿Qué tiene eso que ver con la historia del arte y con la identidad del oaxaqueño? Hoy en Oaxaca hay tribus urbanas de todo tipo. Son fenómenos mundiales, eso no les quita lo auténtico.

Estas preguntas que me haces son muy interesantes. Ahora tengo 40 años, no me considero joven. Pero si quiero decir que en mi juventud un error que cometí y que a veces sigo cometiendo como artista es el de tener demasiadas reglas o dogmas sobre el mundo del arte, sobre mi trabajo y sobre mí mismo. Creo que mis héroes y sus ideales fueron modelos a seguir. Pero hoy trato de aceptarme más como soy, no es fácil, tengo una tarea ardua en conocerme a mí mismo. Me resulta más agradable ser yo mismo como artista, esto no es un proceso que tenga una meta final, es más algo del día a día. Tener idea preconcebidas sobre mí mismo me frena mucho como creador. Trato de ser más abierto. Anteriormente estas ideas no han sido de utilidad. La amistad, la ética, el amor y la espiritualidad sí son importantes y son un apoyo. Son una guía, más para cuestionar mi mundo, pero también para resolver problemas de la vida cotidiana como pagar la renta a través del arte. Yo quiero vivir del arte, y quiero hacerlo con dignidad. No por encima de la gente, pero sí me gusta la tecnología. Viajar. Hacer proyectos de todo tipo. Me gusta ver mis ideas realizadas.            

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