César Rito Salinas
Hay gente que me pregunta en la mezcalería cuál es el mejor mezcal; sonrío, la cara de huérfana me permite tener autoridad, pero conozco muy poco. Entiendo dos cosas, se necesitan dos vidas para saber y beber; si bebes, puede que comprendas; pero se necesitan muchas horas con el trago para llegar a saber algo. Como vivir dos vidas y, si lo miras bien saber del mezcal será como en el cine cuando la película te cuenta dos historias; y dos vidas son mucho tiempo.
El maestro Francisco, de San Guillermo Miahuatlán, dijo lo mismo:
El mezcal es pura necesidad. __Somos niños -dijo el maestro Francisco-, frente al mezcal pienso en la lluvia. ¿Con el mezcal compartes tus sueños?
__No seas mensa, nadie comparte sus sueños, comparto mi alma.
Las respuestas me enseñaron que con el mezcal lo mejor será callar; pero, necia que soy, fui con la maestra Berta Vásquez, de San Baltazar Chichicapan, allá me dijo la primera condición que cumple para destilar mezcal.
__Lava muy tus trastes, la mugre no se esconde ni con la lumbre.
Y con esa respuesta la maestra Berta elaboró la Nueva Gran Teoría de los Mezcales:
__Nadie hace mezcal si piensa en hacer un buen mezcal.
Con Berta Vásquez en San Baltazar Chichicapan
