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miércoles, septiembre 18, 2024

El miércoles de tianguis

Reportajes

César Rito Salinas

I
¿Cómo se acerca
el que vive
a las palabras
de la poesía?

Entiendo que no habrá recetas,
fórmulas, procedimientos
que te lleven a trabajar
con las palabras.
Ya lo dijo Saúl Ibargoyen, “uno
no amanece
todos los días
como cantando”.
Para acercarme a esas palabras
reduzco mi condición
de mortal.
Encuentro en la repetición sin sobresaltos
el trabajo de vivir
la posibilidad
de encontrar
las palabras.
Tengo por panorama
el espacio
habitado
por cabras locas, las palabras.
Triscan y triscan.
Trepan la loma,
bajan al llano.
Amanecen
sobre piedras,
postes.
En el cerro,
frente al aire.

En otro tiempo frente al mar
montaban olas,
cabalgaban
navíos.

En cada momento ante ellas
(con el tiempo
entendí
la posición
de los astros,
el ciclo de mareas,
las tablas que registran
la senda
de los océanos,
picos, curvas,
pendientes,
abismos)

¿Cómo acercarme a las palabras?
En la calle Aldama -San Martín
por la secundaria-
llega el tianguis
cada miércoles.
La fruta fresca
barata.
Por la noche del martes
duermo temprano.
En la calle del guamúchil
saludo a la piedra,
“buen día piedra”.
Paso frente a la escuela Policarpo,
“buen día puerta”.
El olor de la fruta me regresa a la infancia.
Contra mi voluntad regreso a casa,
dispongo palanganas,
cacerolas,
recipientes.
Me armo de fibra y jabón.

En los actos cotidianos el oído
encuentra la música.

Me gusta sentir
el agua
por el dorso
de mis manos.

Lavo fruta, respiro,
no pienso.

Ganar la salud no será
un acto
del pensamiento
sino
de la repetición.

Solo ejerzo los sentidos,
respiro hondo,
gano aire,
tiempo
para
consumir
el aire.

Saboreo colores.

En los sentidos
andan
las palabras -el
más extenso vocabulario.

Pacheco dice que la poesía
forma el lenguaje
que acorta la distancia
entre aquello que se quiere decir
y lo que se dice.

El lenguaje está lleno de extravíos,
intenciones.

Frente al agua descubro
aquello
que busco decir.

Ella me enseña
lo que quiero
decir.

Cada miércoles para en San Martín,
al pie de Monte Albán,
el tianguis.

Corre el viento frío,
salgo al patio,
ofrezco mi cara
al silencio.

¿Dónde están las palabras
que levantan
poemas?
No lo sé -tampoco
me lo pregunto
demasiado.

II

Información en desarrollo, el poema
de la poesía,
ojo del otro.

Paz dice que la poesía
guarda
esa condición escénica,
el momento en que
las palabras
pueden ser
representadas
frente al auditorio.

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