César Rito salinas
Un temporal de lluvias azota cada tarde de septiembre el estado; en el campo, la vida ocurre sobre cada gota que cae de las hojas de los árboles a la tierra; en la ciudad, las calles anegadas festejan el inicio de los tiempos electorales. La vida continúa en una aparente cotidianidad donde se suscitan crímenes, despojos y pronunciamientos políticos mientras ocurre la celebración de los santos patronos que habitan en el cielo distante.
La lluvia de septiembre trajo las palabras de la pintora Sara López.
La entrevista de Estado 20 es con la artista emergente, originaria de la Mixteca, de San Miguel Huautla, Nochixtlán.
– Pintura, comunidad y género, ¿cuál tu posición en el planteamiento tu obra respecto de estos temas?
– La pintura es en lo que más yo me he concentrado, Las diferentes técnicas de la pintura, ya sea acuarelas, óleos, acrílicos o los hilos teñidos con tintes naturales, bordados sobre lienzos o sobre papel. Desde hace siete u ocho años, he estado en diferentes talleres, aprendiendo, trabajando. Hace muy poco tiempo me decidí a dedicarme a entrar a esta comunidad para dedicarme a la pintura con mucha mayor seriedad.
– ¿Hasta dónde consideras que hace falta en Oaxaca el regreso a trabajar con los materiales que proporciona nuestro entorno, obtener los tintes necesarios a partir de tierras y vegetales? ¿hasta dónde trabaja en la elaboración de sus propios materiales el artista joven?
– No creo que este sea un problema de los artistas que no puedan trabajar, o no sepan elaborar sus propios materiales. Que no los sepan hacer. Considero que falta más propaganda, tanto para las instituciones que hay como para las escuelas. Mayor difusión sobre esta alternativa para ocupar estos materiales. Hay instituciones que sí difunden su uso, como es el caso del CaSa, y algunos museos; el detalle es que abren la participación con cupo limitado, a veces no aceptan a todos los interesados.
Habría que hacer cursos más recurrentes para poder tener un mayor alcance. El problema más grande que yo podría notar es que le fala mucha difusión, propaganda. Una mayor difusión sobre las piezas de arte elaboradas con grana cochinilla, añil o tintes vegetales, que también hay procesos con hilos de gusanos de seda que se hace en la Sierra Sur, que es un trabajo bastante grande y no está bien valorado.
Falta la difusión de las piezas artísticas elaboradas con hilos de seda, papel artesanal, etc. La difusión hará que estas piezas más valoradas. En México el uso de esos materiales es poco valorado.
– ¿Cuál sería tu posición sobre el uso de los mitos de las naciones indígenas como el modo de la búsqueda del lenguaje del arte?
– Considero que hay artísticas ya reconocidos, con cierto renombre, que pintan muy folclóricamente y que su tema es sobre las culturas de los pueblos indígenas que resaltan o enaltecen a la cultura indígena. No creo que esto esté mal, porque es preservar nuestra cultura; pero, una vez que hay más artistas jóvenes, más artistas nuevos que entran a este gremio y que hacen lo mismo, se da como cierto desbalance.
Muchas veces los nuevos a veces lo que nos interesa es vender las piezas, y caemos en un tema folclórico, caemos en un lenguaje indígena. Esto crea poca variedad en el tema, el contenido, creo que menos ideas. Al final de cuentas lo que se vende es una idea, no la creatividad de entender, de discernir, desmenuzar una idea y transmitirla, plasmarla en el lienzo, en el papel.
Creo que en esto el mercado tiene mucho que ver, en cierto modo los artistas que elaboran piezas folclóricas es or que así se lo demanda el mercado.
– ¿Qué opinión te merece el mercado?
– Me considero una artista emergente, no he recibido malos comentarios o no que me los hagan directamente, pero yo tengo muy claro que me falta muchísimo para mejorar en las diferentes técnicas, me falta mucho. Necesito estudiar muchísimo. No se trata de tomar el pincel y ya, sino de trasmitir esa idea, ese pensamiento y eso es lo más difícil, ver cómo lo vas a plasmar.
– ¿Qué formato utilizas para tu pintura? ¿Qué materiales?, ¿vienen de tus convicciones o te fueron impuestos por el mercado?
– Trabajo más com el papel artesanal hecho a mano, con fibra y tintes naturales, con hojas, pétalos de flores; hasta el momento no creo en que el mercado me imponga cierto formato. En ese sentido, he sido libre y he manejado los formatos pequeños, desde los de 10 x 10 hasta formatos grande de 2 x 3 metros. El formato no me lo impone el mercado, yo los he elegido. Desde que inicié con la pintura yo sabía lo que quería plasmar.
Y tenía en la cabeza lo que quería decir y ves la necesidad de cierto formato, porque tú lo ves en tu cabeza lo que quieres plasmar. En mi caso, desde que yo comencé con el tema de la pintura, en el caso de los lienzos y los papeles, yo tuve un problema muy grave, personal. Yo sentía esa necesidad de plasmar.
En el caso mío, comencé con unos desnudos. Mostrar a la mujer como es, decir que la mujer es libre de admirarse, de quererse y de mostrarse como es. Esto también para generar un poco más de conciencia de que las mujeres podemos hacerlo. Las mujeres también tienen derecho a explorar, a vivir más allá del calificativo que le pongan a esa experiencia -tuve una pareja que me dijo “puta”.
Yo no considero ese juicio, no acepto eso. Las mujeres tenemos derecho a vivir nuestra sensualidad y que sea consensuada.
Así es como yo me inicié en la pintura, con trabajos de desnudo en lienzos grandes, en mantas. No en bastidor, en sábanas de cama. También hice muchos desnudos en papeles, en diferentes formatos.
Hasta el momento nada me ha sido impuesto, en la pintura yo he hecho lo que he querido.
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Las palabras de Sara causan el efecto del olor a tierra mojada, el petricor; traen esa alegría de la inusitada, terrible y generosa infancia donde lo imaginado se convierte en el espacio de lo posible; la lluvia cesa, respiro el olor de la noche con lluvia mientras en la pantalla se leen las palabras de la pintora Sara López.