César Rito Salinas
Todo lo que sigue no será.
Gérard Genette, Palimpsestos, literatura
en segundo grado
hay días en que la mirada
se nubla
horas
en que nos cuesta tanto
distinguir
las señales
del camino
que uno tropieza
y cae
y vuelve a tropezar
y caer
que se repite tanto la escena
que uno le agarra
gusto
amor
a la caída, el suelo
a comer polvo
hay días digo
de mañanas
claras
en que uno decide
ser necio
negarse a pedir ayuda
y caer
una y otra vez
caer
hay días digo
en que uno
amanece
bestia
alimaña
tarántula que se arrastra
orgullosa
por la habitación
ciego
hay días digo
en que uno se niega a entender
las canciones populares
que cargan más poesía
que la poesía
horas estas
en que
uno despierta bestia
sabio
petulante
con Dios agarrado
por de un puño
y uno anda y cae
y anda y cae
rueda
vuelve a rodar
maestro de la falla
mastica polvo
muerde mierda
vuelve a caer
rueda y rueda
polvo
nada
hecho trizas
guarapo
guiñapo
lástima
hay días digo
en que uno
aprende
y le encuentra placer
a ese sabor de sangre
en los labios
días
digo
en que uno
se alimenta de golpe
y golpe
y golpe
y golpe
y nara
rueda
trapo sucio
hermano del aire
del viento
nada
uno
loco
y rueda feliz
casi feliz
divinizado
terco
necio
arrogante
hasta que una voz conocida
se compadece
de tanta tu miseria
y dice:
ey, tú,
basta
está pendeja tu cabeza
o qué pasa
y nada
la voz conocida
te hace parar sentir
vergüenza
por el labio partido
la camisa rota
los cabellos sin lavar
y te descubres
con esa sonrisa
de menso
congelada en tu rostro
y paras
hay días digo
en que escuchas la voz conocida
que dice
anda
ve
aquí te espero
sé pendejo
cuando
te canses de serlo
vienes
me avisas
espero
hay días que uno agradece con lágrimas
las señales
del camino
bendecido
