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jueves, septiembre 19, 2024

“En Oaxaca se mantiene un gran número de publicaciones”, Ángel Morales hace el recuento de las letras locales en el año que termina

Reportajes

César Rito Salinas

“Campanero, campana”, sueña la voz del timbal a ritmo de Salsa (Ray Barreto, Nadie de salva de la rumba) en San Martín por la secundaria, Tiempo de fiesta, final de año, momento de solicitar voces que elaboren el recuento del año que termina, del tiempo que inicia. “Campanero, campana”.
Ángel Morales Cruz, originario de Juchitán, en el Istmo de Tehuantepec, cuenta con estudios profesionales de maestría y doctorado, crítico literario, narrador.
Sus columnas sobre la situación de las letras en la ciudad son imprescindibles para entender el movimiento de escritores y publicaciones en la ciudad.

  1. ¿Cuál tu valoración del año editorial en la ciudad de Oaxaca? Tanto en poesía como en narrativa ¿Hay nuevas voces?
    En Oaxaca aún se mantiene un gran número de publicaciones, hay cierto boom que empezó desde el 2020.
    Este año hubo por lo menos treinta publicaciones, que son las que conozco, pero siempre hay algunas que se escapan del mapa. La mayoría fueron de editoriales independientes. Hay que aplaudir el esfuerzo que hacen por difundir obra, pero también debemos señalar que si las editoriales venden un producto, en este caso el libro, son susceptibles a ser criticadas por la calidad.
    Por ejemplo, creo que lo más endeble es la poesía. Si de por sí hay muchos poetas por la calle de la amargura, ahora sabemos que hay algunos “editores” que le siguen los pasos. Quizá porque la poesía, como el arte moderno, se presta a la farsa y la charlatanería; por la simple razón de que hoy en día son pocos que conocen sobre el tema.
    En general son menos rigurosos y no le dan la seriedad que se merece.
    Es común encontrar errores graves de puntuación. Algunos espantan nada más con leer la contraportada. No exagero, sólo revisa la contraportada de Escritoras en Oaxaca, Jam poético mujeril en ‘La nueva Babel’.
    Sobre las nuevas voces de este año, se me viene a la mente América Trejo y su poemario Un medio de ti más un miedo de mí, en Valparaiso ediciones; y Alejandra Kalas, con su libro Arte para todos: No hay que saber todo para hablar de arte. Otro más, no una voz nueva pero sí una primera publicación, el libro de crónicas Golpes de mezcal, del periodista que todos conocemos, y que ya era hora que publicara, Renato Galicia Miguel.
  2. ¿Hay avances en la aventura de narrar?
    Avances, no lo sé; no creo que en el arte o en la literatura, en este caso la narrativa, existan avances en un sentido evolutivo o de progreso. Creo que se narra desde un contexto social e histórico. La diferencia en todo caso sería el estilo, la voz o particularidades del autor.
    Pero, por ejemplo, podríamos comparar generaciones: la de los setenta con la de los noventa.
    Si hay autores de los noventa que están publicando en editoriales importantes o en otros países, no es porque tengan mejor calidad o haya un avance, sino que pertenecen a un grupo o círculo que tiene los contactos y los medios para difundirlos.
    Eso te lo puede decir cualquiera que los lea o los haya leído, pensar lo contrario sería engañarse.
    Pero yo no llamaría a eso un avance.
  3. ¿Cuál la condición para el narrador que escribe alejado de los centros de la cultura? ¿Consideras que se dificulta el no estar en los grandes círculos editoriales?
    Bueno, hoy en día sería ingenuo no saber las reglas del mundo editorial y artístico. Todos saben que las relaciones son muy importantes.
    Hay quien se aleja a propósito de ese mundo editorial por no compartir ciertas cosas, y eso es algo muy respetable. Hay, por otro lado, a quien excluyen por su personalidad o forma de ser. Y eso es entendible. La figura del escritor suele cargar cierta patología.
    Quién sabe si no estamos ya en una época en la que se le puede exigir a los artistas cierta inteligencia emocional, para hacer su yo más soportable.
    Digo, con el avance de la psicología y la psiquiatría no sería tan complicado. Personalmente encuentro patético ese cliché de que la patología y el arte están unidas y que por ser artistas tenemos que soportar ciertas personalidades. Pero bueno, volviendo al tema, el que se excluye o al que excluyen está destinado a permanecer inédito en las grandes editoriales. No así de las independientes, que hoy en día tienen muchas propuestas valiosas.
  4. ¿Tenemos todavía vergüenza de enseñar el alma en nuestras letras? ¿Seguiremos imitando las corrientes en boga?
    No creo que exista vergüenza, sin embargo, son contados los autores que han encontrado ya una voz o un estilo que los haga reconocibles.
    Los demás aún están en ese proceso, y supongo que se inicia con la imitación. Entonces quizá aún estamos en medio de algún proceso.
  5. ¿Puedes mencionas tus expectativas en el renglón editorial para el año que viene? ¿Qué podrán esperar los lectores?
    Bueno, dada la cantidad de autores y editoriales, creo que la producción de libros se mantendrá entre los veinte y treinta al año. Es un fenómeno que comenzó a ocurrir desde 2020 y que ha llamado la atención de varios. Los lectores no creo que se lleven muchas sorpresas.
    Lo que sí creo es que aún falta que se generen más lectores y se conozca y se difunda la literatura oaxaqueña. Aún existen autores, alejados de los centros culturales, que mantienen propuestas interesantes.
    -0-
    Pasado el mediodía en San Martín resuena la música que anticipa momentos de la fiesta, estas son horas de limpiar la casa, arreglar el atuendo, arreglarse para pasar en familia, con vecinos y amigos, las últimas horas de este 2023.
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