César Rito Salinas
La periodista y promotora de las letras de la república, Cristina Pacheco, falleció este día a los 82 años, en la Ciudad de México.
Para un poeta de provincias, alejado de los centros de poder en la geografía nacional de las letras, la maestra Cristina fue gestora de importancia mayor, ella hacía llegar al maestro José Emilio los esbozos de poemas, la escritura naciente y huérfana.
La ciudad de Oaxaca recibió la visita de esta silenciosa promotora, ejemplos hay muchos, uno que sobresale es cuando se hizo el trabajo del maestro José Emilio con Francisco Toledo, ella fue testigo fiel del gran encuentro.
Para las nuevas generaciones de mujeres periodistas, la crónica de Cristina fue imperdible los domingos, su Mar de Historias.
Las lectoras acudían a los libros publicados por la maestra Cristina, donde se retomaban crónicas y entrevistas en formato de libro.
Puntual narradora, integró a su obra el lenguaje popular -la gente de a pie-, personajes que en otro tiempo recibieron el repudio de el mundo de las letras, niños de la calle, prostitutas.
Cristina formó una legión de autores, autoras que hacen su trabajo sin el menor pudor, sin el mínimo de timidez o vergüenza al escribir la crónica de la vida cotidiana.
La cronista Cristina supo hacer de la lengua una herramienta que aporta otra forma de leer el entorno social, a partir de lo marginal y cotidiano.