César Rito Salinas
Para la editora y poeta Nallely Tello la principal cuestión de las letras es el tiempo, pensar qué va a responder, “siempre me da mucho miedo generalizar. Siempre con las entrevistas me digo: ay cabrón, por qué esto, por qué el otro”.
– ¿Cuál la situación actual de las poetas en la ciudad, ¿cuál su presencia y desarrollo?
– A mi me parece que hace algunos años había una mayor visibilidad para los poetas hombres que para las poetas mujeres. Me parece que eso hoy ha cambiado, que vemos mayor presencia de las mujeres en presentaciones, en lecturas de poesía. Esto tiene que ver con diferentes factores. 1. Que hay poetas de una larga trayectoria, que son muy constante en su trabajo y que están en su momento de visibilidad, de cosecha. Este es el caso de Enna Osorio, Haydee Ramos Cadena, Aracely Mancilla, Elia Pérez López, que son, a mi juicio, poetas con años de trabajo, con una trayectoria hecha. Que hoy se suman a este punto 2, distintos procesos de articulación entre mujeres que han hecho más potente y más legible la voz de las mujeres poetas.
Hay muchos procesos de articulación en la ciudad que están abonando a esto. En el caso de Haydee, ella tiene muchos años de trabajo con escritoras en Oaxaca, que es un proyecto que articula distintas voces; también tenemos a La sociedad de las poetas, creo que estos procesos han dado sus publicaciones porque en el caso de las escritoras en Oaxaca ya tienen su compilación. Estos procesos han ayudado a que las voces sean más conocidas. La trayectoria, la articulación de muchas poetas son factores que ayudan a la visibilidad de las mujeres y creo también que no podemos obviar a el o los movimientos feministas, que hacen que más jóvenes se atrevan a leer, a participar, que se animen a nombrarse poetas y esto hace que nos conozcamos más. También hay un movimiento editorial importante en la ciudad que ayuda a que las poetas sean visibles.
– ¿Cómo se encuentran las letras oaxaqueñas? ¿hay espacio para publicar y para presentar esas ediciones?
– El mundo del libro ha crecido mucho, se ha ampliado. Al inicio (2016) éramos pocas, se incrementó con la experiencia del Tianguis Político Cultural, edición diciembre 2022 y abril 2023. Es un tianguis que es mucho más del que había en 2016, críticas, diferencias, propuestas variadas. Todos tienen propuestas variadas, cartoneras, fanzines, editoriales con solo temas y autoras oaxaqueñas. Siento que podemos tener muchos retos, críticas, pero se ha ampliado en términos de editoriales y librerías. En 2016 creo que había tres en el corazón de la ciudad y probablemente eran muchas para entonces. Pero hoy vemos más de diez librerías en Oaxaca, algunas especializadas en algunas cosas; no podemos minimizar este incremento.
Hay un incremento, no lo podemos dejar de ver. Oaxaca se ha vuelto un latido para muchas cosas, hay mucha gente pasando por la ciudad, intercambiando proyectos y aprendiendo también de los proyectos que aquí existen. También se ha crecido en espacios culturales, siento que sí hay espacio para presentaciones y publicaciones. Claro, estas editoriales probablemente comparten muchas limitaciones, cuando somos editoriales pequeñas, dos-tres gentes, se hacen tirajes pequeños para no poner en riesgo la inversión y esto tiene impacto en la difusión y en la calidad del libro, comparten muchas las mismas limitaciones.
Se ha ampliado el número de editoriales y nos ha permitido conocer más voces. La dinámica en relación con los recursos nos limita a publicar una cierta cantidad de libros al año. Es poca la gente que hace una apuesta total a la edición, que, en mi lectura, está siempre vinculada a otros trabajos, otras chambas, lo que limita el tiempo que le puedes dedicar sobre todo a la difusión del trabajo. A mí me parece que como editoriales tenemos un reto, cómo ampliar la difusión de los libros que tenemos para salir de la ciudad de Oaxaca. Necesitamos dar un salto y que estas voces publicadas vayan a otras partes del estado, del país. Para las librerías no es fácil sostenerse, donde en la ciudad nos está pegando la gentrificación y no son baratas las rentas. Me parece que será un reto sostener las librerías por el encarecimiento de los espacios debido a la gentrificación.
– ¿Por qué en la ciudad no se conocen a los poetas indígenas de las regiones?
– Nos conocemos entre todas y todos. No podemos aspirar a conocer la totalidad, pero sí me parece que conocemos a muchas y muchos. Pero no les queremos reconocer. Tenemos voces muy jóvenes, Juventino Gutiérrez, se Sierra Norte, Claudia Guerra, del istmo, Héctor li, Fernando Valdivieso Magariño. Ángel Aristarco, de la sierra sur, Pergentino José. Aurora Cobón, Alba Magariño, Claudia Yan. Se tiene la idea de que ya las lenguas indígenas son poéticas, hay que mirar que la opinión que se vierte no tenga un componente de discriminación. La ciudad de Oaxaca está llena de migrantes, no significa que hablemos o escribamos en lenguas originales.
– ¿Hay proyectos editoriales para la llamada poesía indígena?
– Pluralia es una editorial que está publicando autoras, autores en lenguas originarias. 1400 Ediciones también lo hace, pieso también en proyectos más pequeños que sí están publicando a estos autores, autoras. Desde la universidad autónoma Comunal, en Santa María Yaviche, en Hacienda Blanca, Etla. Desde las comunidades hay un esfuerzo, en los pueblos originarios también se hace un esfuerzo por reconocer la palabra escrita. Se están abriendo los espacios editoriales a base de lucha, nadie está haciendo una concesión. El estado, históricamente no ha escuchado esa voz.
– ¿Cuál tu experiencia como editora de poesía’
. Uno como editor va teniendo búsquedas, intereses, y eso es lo que va haciendo parte del catálogo de lo que edita. Uno como editor está atento a su contexto, a los avances, las discusiones; a innovar. Para mí es importante conocer las voces, la poesía, a las personas que hacen ese trabajo. También un editor tiene un grado de atrevimiento, de suicidio.
