César Rito Salinas
Quisiera comenzar el curso de este año
leyéndoles dos informes de pericias
psiquiátricas en materia penal.
MICHEL FOUCAULT, Los anormales
Tan sencillo y eficaz, como un músico.
Resistiré hasta el amanecer, leer
es largo, solo.
Mientras escucho a Katrel y Paquito
la madrugada del Valle de Ecatepec
crece con frío de celosías, donde
la letra E de frío trepa por lisos azulejos.
Pisos resecos. Olor a hospital.
Leo Los Anormales, de Foucault, sus
peripecias en el College de France,
enero de 1971, hasta su muerte, 1983.
Unto con Vick VapoRub mis sienes, en espera
de apartar el mal fario del camino de la noche.
El olor flota, se extiende sobre la música
-que sale de los audífonos- y mi nariz.
El Vick es bueno, lo usó mi madre,
hay olores que no se apartan por más lecturas
que uno tenga.