César Rito Salinas
En el ojo del remolino el Diablo se viste de mujer, todo de blanco, para su boda. El velo fino, cargan la cola 300 niños albinos. Lleva pantaletas y sostén, un refajo largo y se muerde los bigotes mientras se agarra la cola mientras se dirige a la iglesia montado en su triciclo.
El novio es un lagarto. En la casa del aire entran los amores sin futuro y salen con el rostro limpio, recién polveado.
Las muñecas rotas de las niñas juegan en el aire, sirven el té a los desesperados. En el remolino del aire se extienden sin arrugas las sábanas blancas, las sombrillas.
A la casa del Diablo llegan las cosas que no se agarran a la tierra. Pantaletas, faldas, sombreros. El remolino de polvo es la casa de todo lo extraviado. Las fotografías perdidas van a dar al remolino de viento. Los ojos secos de los que no se comprenden.
Gira lo perdido sobre un ´pequeño punto en la tierra y abre su gran boca en el cielo. Ahí se revuelcan las lágrimas de la gente, los suspiros.
¿Qué quiero decir cuando escribe el café está aguado?
Alguien afina una guitarra en algún sitio. La voz que sale del televisor, anda vestida de amarillo
Los meseros atienden con exceso de confianza a los bebedores de café. La ciudad anida esperanzas de un cambio en los jardines.
La tele salta en el silencio de cada encuentro deportivo. La espuma del capuchino se petrifica en el borde del vaso.
Las moscas vuelan cargadas de esperanzas, sus alas verdes muestran su poder.
El suplemento cultural del diario existe la mañana del sábado.
Los hombres salen bien arreglados de su casa la mañana del domingo. El parque público municipal es el sitio de la concentración.
La autoridad hace sonar la música. Los hombres esperan en el parque la hora del amigo. La camisa bien planchada, huaraches de charol.
Toca el son en el parque central del pueblo.
“Yo vi a mi marido en la playa cargar el canasto de otra mujer”, dice abuela. La poesía se reduce a propaganda.
La política se reduce a la propaganda.
Toda comunicación posible termina en el noticiero. El gobierno manda a los policías a combatir a los opositores. Hablan las armas y las cruces.
Los curas tienen la palabra, el pastor de la iglesia habla previo al trabajo del sepulturero.
El cura, el pastor, la policía y el gobierno hablan.
El sepulturero engorda, hace su trabajo.
El gato trae pulgas, está hermoso.
¿Cómo fue que vino a parar todo aquí?
