Pata negra Milan Kundera

César Rito Salinas
Kundera escribe novelas con formatos del ensayo -y soluciona su obra literaria como si nos presentara personajes que intervienen una idea.
No utiliza la ficción comercial, un hombre busca un personaje y encuentra a un asesinos, una mujer abraza a su abuela y, de aquel viejo cuerpo, brota un hada; no.
Propone la narrativa literaria como la forma del pensamiento; lo que no hace es integrar el ensayo dentro de la solución literaria, asunto que distrae a muchos imitadores que descaradamente integran entre capítulo y capítulo el ensayo.
¿Cómo desarrolla las ideas? Con la estructura de la novela escrita en primera persona, sus temas son la novela, la historia de la novela.
Como si el volumen textual de cada libro fuera el espacio que corre con un tono, donde marca a lectores con su tono de exhorto, arenga.
Al presentar a sus libros con el tono donde desarrolla la idea sobre la novela marca un territorio. Y desata la guerra contra lo que no está en ese territorio -la novela fue traicionada por imitadores de soluciones eficaces, los que escriben segundas partes, los que escriben para que sus páginas sean utilizadas para el guion de una película, una serie de Netflix.
Kundera propone a los novelistas, debes conocer tu tradición, saber que las novelas carecen de intención -objetivos específicos-, no adoctrinan, no encabezan causas ni revoluciones. Solo marcan un espacio propio, un territorio, desde donde el autor hace su vida con variaciones de la burla a la muerte, esa belleza de la muerte.
¿Por qué debemos acudir a la ficción narrativa?
Porque no hay tiempo, carecemos de la mirada panorámica y eterna, en tanto, utilizamos caminos cortos, vetedas, atajos para arrojar luz sobre el alma del género humano. Sin otro propósito que presentar su objeto de estudio, la humanidad en distintas fases. Tiene como estrategia para presentar sus puntos de vista a los maestros de la novela, desde Cervantes.
Y el Quijote le brinda la oportunidad para hablar de lo ridículo, aquellas escenas que nos producen hilaridad y vergüenza.
Camina por la vereda que dejaron los maestros, y lo comparte como quien lleva un diamante atado a la muñeca de su mano izquierda. Y así hace la vida.
Kundera fue margina de su país por cuestiones políticas cuando la URSS invadió Praga, se hizo pata negra. Llegó a París y le dieron unas horas de clase en una universidad, escribió sus novelas en francés.
Kumdera se convirtió en vadera de las causas perdidas, ¿por qué los gobiernos no saben qué hacer con los novelistas? Solo son tipos lentos que miran el aire, hablan poco, metida la nariz dentro del cerro de papeles, libres. Ocupados siempre ocupados, sin contar con tiempo para salir al patio a dar de comer al perro ni limpiar el arenero del gato.
Porque está perdido entre la estiba de libros, documentos.
Y cuando al fin se bañan y se arreglan salen muy correctos en las fotos de los periódicos cuando participan en la presentación editorial de su libro, sonríen.
Nunca tienen tiempo, parecieran condenados a trabajos forzados.
Su narrativa y la presentación de las ideas forman el ensayo que investiga sobre el hombre contemporáneo. Los que escriben novelas se olvidan que el tema es lo absurdo de la existencia, cargada de escenas de porquería -traición y engaño.
Pero Kundera no presenta personajes, utiliza a los personajes de las novelas para presentar un pensamiento, Los novelistas se olvidan, por la obsesión de las ventas, que en el lenguaje literario caben todas las escenas que agobian al alma humana.
Su tema es el uso específico del lenguaje literario, sin drama y sin escenas -solo con historias que buscan presentar y desarrollar puntos determinados de un pensamiento.
Por estos días que en la ciudad cunden los escritores deseosos de fama, no les caería nada mal que leyeran a Kundera e intentaran entender la naturaleza del oficio que les causa tanto agobio, la fama.