César Rito Salinas
Decidimos parar junto al Oxxo y el Oxxo todo rojo y amarillo estaba con su policía y su dependiente, que contaba el dinero a esa hora de la mañana.
06: 00.
Y entramos y en los estantes había pan y totopos fritos, pero no los totopos del comezcal con el que soñamos a esa hora -06:00- para la barbacoa de borrego.
Y encontramos totopos de comezcal de maíz nuevo envasado en papel celofán, al alto vacío. Totopos istmeños del Oxxo -rojo y amarillo-, los colores que prevalecen en la madrugada de los pueblos autónomos y nos fuimos a una banqueta del barrio a comer barbacoa con yogurt de fresa, bien autónomos.
Y ahí el padre de Felipe sacó a pasear al perro -06:00- y todos quedamos en un acuerdo nos molesta comer en plato hondo y mancharnos los dedos, a las 06:00.
Recordé las palabras -disjunto- que utiliza Charles Bernstein, disjunto. Ya para entonces había hecho el viaje de regreso y la gente del pueblo se había quedado en la plática de borrachera.
¿Por qué el padre sale a caminar con el perro a las 06: 00 de la mañana?
Es una hora un poco impropia para el perro que desvela y a las 06: 00 apenas le llega el sueño.
En casa preparo mis lecturas a esta hora, 06:00, quiero salir de casa a caminar bajo la lluvia, será necesario al finalizar el viaje mojar el dobladillo de los pantalones; caminar las horas en que se marcha la noche.
Hay horas en que necesito ir de huérfano para llamar a la buena voluntad de los astros, de toda la tierra, de toda el agua que se pueda descargar en los huesos y establecer con mi existencia y la lluvia el poema.
Leer poemas requiere un número de decisiones interpretativas, nada obvias, dice Charles Bernstein en su poema Thelonious Monk y la interpretación de la poesía.
Lo que se pierde en una lectura es un golpe bajo que atore la respiración de quien te escucha.
O algo memorable, por eso triunfan los poemas del Declamador sin Maestro, los Cien Mejores Poemas de Amor.
Leer poemas es conducir una nave a buena velocidad, con cierta intencionalidad. Yo leo poemas como quien conduce un auto y decide impactarse en un árbol.
Leer poemas es elegir que el viento alborote tus cabellos.
La poesía malsana existe. esa que te dicta cómo debes leerla. Bien pensado, puedo decir que la poesía malsana existe, resulta esa con la que crían a los gatos en las ventanas, entre mimos y arrumacos.
La poesía malsana existe, ahí están los miles de millones de fotos de enamorados en el parque con ojos de idiota.
