César Rito Salinas
Levanto la escritura, empuño el marco texto de cera azul, ubico el asunto contra la luz -al mirar la pieza oscura me encuentro apto para subrayar.
Yo tenía un poema, lo perdí en la playa. Tropelía, escritura que deja la hormiga sobre mi mano.
Aforismos, armatoste de colores. La cera azul marca textos deja su huella en la página contigua, como amante que se desnuda en la habitación contigua.
Hacer la escritura en una ciudad desconocida, fumar la combinación de tu tabaco, sentir en la mano la tibieza de la pipa como primera operación de la soledad, que crece sobre el paraje que ocupa geografía y letras.
Sacar de los libros de personajes la receta para el almuerzo. Sacar recetas de comida de películas que pasan en la televisión. Respirar. Tú imagen se esconde tras el biombo ilustrado con la figura de un gato contra la luna.
El aire fresco llega con la música. Carcajada del girasol. Donde ella se encuentra no manda marinero.
Ella, león, cuchillo de buen acero enterrado en una esquina del patio para llamar a los amigos, espantar la lluvia.
Los calzones se cuelgan en lo alto de tus caderas, pertenecen a una nación que idolatra tu jungla.
La piel es un océano donde se distinguen gotas de sangre. Habitas el espacio con tu alegría, ¿buscas el tiempo perdido entre tus amantes?
Hay un regreso a la inocencia en el aguacero de junio.
El gato sabe que el océano se puede cortar con tus los cuchillos.
Pon una piedra pequeña entre el paladar y la lengua, te quitará la sed.
Ella dice: Señor, soy un gato. Pone rostro severo, maúlla. El niño tiene cara de luna, de tan gordo y limpio. Relucientes mejillas, parecen de queso. El autor actúa por restas; el lector por sumas. Restar palabras suma imaginación al territorio, fertiliza el ciclo. Suma y resta levantan la imagen de tu vestido rojo con bolitas blancas. Al gato Catrín le va algo mal en esta vida, a tierna edad sufrió rechazo de su madre; al crecer, la rueda de un camión le partió su cadera. Tiene el pelaje negro, carece de suerte con la luna y los vecinos; todo lo hace tímido, huraño.
Comisarios
La gente sueña con migrar. Para detenerlos existen los comisarios que se reproducen como palabras en las hojas de un libro.
Los espejos
¿En dónde, en qué parte del cerebro se vuelve difícil la expresión de los recuerdos? La tarde con viento antes de los deberes de la escuela en que los hombros se derrumban con la tristeza que llega desde un lugar inubicable. Yo soy triste, a veces canto. En el campo de beis la bola es lenta en la tarde. ¿Quizá esa lentitud de los cuerpos que vuelan contra viento será el inicio de toda la tristeza? La pelota lenta en su viaje sobre flecos y chongos que corren por el jardín izquierdo. ¿Aquella tarde fue la primera vez que observé el rostro transpirado de una mujer? En la hora de la reconciliación, la hora del cigarro, vuelvo a ver el pequeño puerto pesquero de la adolescencia y a las mujeres que corren tras la pelota, con los pantalones recortados hasta los muslos por la barda perimetral de la refinería petrolera, en el partido de softbol.