César Rito Salinas
Ella sabe de mi viaje a Mexicali.
Guindado por el golpe no tenía puerto. Era pesado en movimiento. La hora incierta me ponía a realizar una caminata necia hasta cansarme.
La acción mecánica para soportar la ausencia o la repetición de la angustia, el vacío. ¿Dónde podrá ir un hombre sin presente?
Al cansancio físico como única forma para encontrar la paz.
Castigar el cuerpo para alcanzar un poco de paz.
Cerrar los ojos, torpor.
El cuerpo como un conjunto de poleas, resistencia y contracción.
Repetición.
¿Cómo sacar su imagen de mi cabeza?
La repetición tiene nombre de invierno, de lo que se ama mientras arde el fuego en la chimenea o se abriga el cuerpo.
De nuevo la letra cargada de amores fósiles que emergen como fantasmas, repentinos, de nuevo alcanzar el galope que recorre geografías repletas de uniones insospechadas. Metáforas. El cuerpo sufre para localizar los puntos de unión entre el pecho y la cabeza.
El punto más cercano entre dos puntos, la membrana.
¿No hay un punto cercano?
¿Todo es extravío?
Geografía, distancia.
¿Qué distancia existe entre su nombre y la Quetiapina?
La distancia que abarca una canción de amor, el triunfo, la guerra, la imagen del torpor queda excluida de toda distancia, porque te hace cerrar los ojos.
El tiempo que tarda en llegar en el desvelo tu sueño plácido de doce horas, sin interrupción. Distancias. ¿Qué distancia hay entre mi sueño y tu nombre? Corazón Labios de Tequila necesito mi sueño, mi cuerpo se alimenta de descanso. Soy polea. Caballo en la noria. Y no soy El Que Come Golpe, ése habita dentro de mí, pero no soy yo.
Soy realidad de poleas y tensores, ejecución mecánica.
Digo tu nombre y mis manos tiemblan.
¿Eres el Demonio?
¿Eres Tentación?
Causas mi mal. Llegas por los aires, interrumpes la letra, fomentas la escritura en el preciso momento en que los zancudos atacan mi pierna izquierda, mientras afuera cae el aguacero y en el aire corre una canción de amor de otro tiempo.
