El Atlas de la Seguridad y la Defensa de México elaborado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República revela que en Oaxaca tienen presencia cuatro carteles de la droga, además de grupos locales o regionales relevantes; situación que contradice las declaraciones de las autoridades estatales.
De acuerdo con el estudio publicado a finales de 2021, los grupos criminales o de delincuencia organizada que operan en el estado son el Cartel del Pacífico-Sinaloa (CDP), el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cartel del Golfo (CDG) y la Organización Criminal de los Beltrán Leyva (OCBL).
Estos cuatro carteles de la droga realizan en Oaxaca actividades relacionadas con narcotráfico y narcomenudeo, extorsión y cobro de derecho de piso, delitos de alto impacto (robo a transportistas, ferrocarril, trata de personas), y mercado ilícito de hidrocarburos o robo de combustible.
Sobre el CDP, explica que el fin del juicio a Joaquín Guzmán Loera (a) “El Chapo” en febrero de 2019 en Estados Unidos —y la sentencia de cadena perpetua de julio— extinguieron su capacidad de influencia. Sin embargo, el cártel continúa siendo, junto con el CJNG, el único que cuenta con cohesión para tener operaciones en la mayor parte del país, y tiene presencia en Asia, América Latina, Estados Unidos y Europa.
Asimismo, asegura que el fallido operativo federal del 17 de octubre de 2019 en Sinaloa —que buscaba detener a Ovidio Guzmán López (a) “El Ratón” y a sus hermanos— mostró el poder armamentístico de la organización y su capacidad de despliegue en la ciudad de Culiacán.
Actualmente, el liderazgo del cártel se basa en tres pilares: Ismael Zambada García (a) “El Mayo”; la familia Guzmán Loera, encabezada por “Los Chapitos” y la célula Gente Nueva, y Rafael Caro Quintero (a) “El Narco de Narcos”. De acuerdo con un informe de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), tras su liberación en 2013, el exlíder del Cártel de Guadalajara fue integrado por “El Mayo”. En Oaxaca, opera a través de una de sus células.
En el caso del CJNG, el estudio sostiene que con el debilitamiento del Cártel del Pacífico por la extradición y la conclusión del juicio a “El Chapo”, se puede concluir que el grupo liderado por Nemesio Oseguera Cervantes (a) “El Mencho” es la organización criminal con más capacidad operativa en México.
Este cartel cuenta con una red de protección judicial que permitió que Rubén Oseguera González (a) “El Menchito”, su hijo, saliera varias veces de prisión. También se ha convertido en una especie de “cártel de cuello blanco”.
“Es notable su capacidad para corromper altos funcionarios de los ámbitos de seguridad y procuración de justicia y para vincularse con la clase empresarial. También hay indicios de reclutamiento de exmilitares y profesionistas. En 2019, el CJNG estaba compuesto por 36 células y una escisión: El Cártel Nueva Plaza, en Jalisco y Nayarit”. En este sentido, tiene presencia en todos los estados del país, con excepción de Sinaloa.
Además, destaca su alianza con la familia Arrellano Félix y el Cártel de Tijuana conocida como El Cártel Tijuana Nueva Generación (CTNG) en Baja California; con La Fuerza Anti Unión Tepito, en Ciudad de México y el Estado de México; la célula de El Negro, en Puebla; El Cártel del Poniente, en Coahuila y Durango, así como Los Talibanes (escisión de Los Zetas), en Aguascalientes, Quintana Roo, Tabasco y Zacatecas. Por otra parte, mantiene enfrentamientos por el control de mercados ilícitos con el Cártel del Pacífico en varias entidades, con Los Viagra y La Nueva Familia Michoacana en Michoacán, y con el Cártel de Santa Rosa de Lima en Guanajuato.
La investigación del Senado de la República, señala que como en el caso de Los Zetas, el Cártel del Golfo fue pulverizado con operativos federales: primero, en noviembre de 2010, la cabeza de la facción de Los Escorpiones (“Tony Tormenta”) fue abatido por fuerzas federales en Matamoros, Tamaulipas; después, en el contexto de la “Operación Lince Norte”, el 12 de septiembre de 2012, la Armada arrestó a Costilla Sánchez (a) “El Coss”.
Aunque continuaron otros capos, dice, como José Alfredo Cárdenas Martínez (a) “El Contador”, “El Señor Cortés” o “Escorpión” — sobrino de Osiel Cárdenas Guillén y líder de Los Ciclones – éste fue detenido el 19 de marzo de 2019 en San Luis Potosí. No obstante, la organización ya no estaba cohesionada, sino dividida en distintas bandas antagónicas entre sí. Hoy por hoy, se registran catorce escisiones del CDG en once estados de México.
“Destacan Los Ciclones, en Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas; Los Pelones, (en alianza con el CDP en Guana#juato) en Guanajuato, Quintana Roo y Yucatán; Los Metros, en Nuevo León y Tamaulipas; el Cártel Nuevo Imperio, en el Estado de México, y Los Fresitas y Panteras, en Tamaulipas”.
En el caso de la OCBL, relata que en diciembre de 2009 la Secretaría de Marina (Semar) abatió en un operativo a Marcos Arturo Beltrán Leyva (a) “El Barbas” o “El Jefe de Jefes”. Su muerte detonó un violento desmembramiento, toda vez que ninguno de los hermanos tenía autoridad para garantizar la disciplina en las distintas facciones de la organización; y aunque Edgar Valdez Villareal (a) “La Barbie” o Héctor Beltrán Leyva (a) “El H” lo intentaron, ambos fueron detenidos en 2010 y 2014.
Para 2019, quedaban sólo diez fracciones en trece estados. Quizá el grupo más relevante y que aún mantiene ciertos elementos de la estructura original es la familia Meza Flores, encabezada por Fausto Isidro Meza (a) “Chapo Isidro”, quien dirige los grupos criminales La Oficina y Los Mazatlecos con presencia en Aguascalientes, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora.
Otros grupos que surgieron de las cenizas de la OCBL —pero antagónicos y sin nexos— son: Los Rojos, en Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Morelos y Puebla; Guerreros Unidos, en Ciudad de México, Estado de México y Guerrero; Sierra Unida Revolucionaria (SUR)-Cártel del Sur, en Estado de México, Guerrero y Morelos; La Barredora-El Comando de la Muerte, en Baja California, Ciudad de México y Colima; y el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), en Ciudad de México y Guerrero.