El tigre
Para referirse al tigre muchos utilizan la imagen del felino, noble y pensativo, que contempla la selva a la sombra de un árbol; otros, como Borges, lo relacionan con láminas ilustradas de un libro de zoología fantástica que relaciona a la bestia con tiempo y pensamiento. En Oaxaca tenemos las propias palabras para referirnos al tigre, la bestia sangrienta a la quien nadie quiere ver despierta; que no le toquen los huevos.
Al mediodía circuló la información: el gobierno del estado, a través de la oficina de servicios de Salud, llegó a clausurar el Centro de Desarrollo Infantil (Cendi), que pertenece al propio Gobierno estatal y ofrece servicios a hijo de los trabajadores, a pocas calles del palacio de Gobierno. ¿La causa?, “suspensión de trabajos y servicios”. ¿Motivo? “Diversas irregularidades”.
La clausura fue observada como parte de la trama perversa que el gobierno de Jara intenta imponer para llamar al redil a los trabajadores.
La institución atiende a los hijos de los trabajadores burócratas al servicio de los tres poderes del Estado, la misma base laboral que en últimos días demandó con paro de labores y bloqueos viales su derecho a la disculpa pública, luego que el gobernador Salomón Jara los había acusado de “corruptos”, durante la conferencia de prensa del pasado lunes.
Son ya dos jornadas de esta semana en que la base trabajadora pide un hecho del gobierno; la disculpa pública para los trabajadores de la SEMOVI, quienes acusan que “la corrupción” llegó a sus oficinas con la contratación del nuevo personal de confianza, donde ubicaron a una sobrina del mandatario que labora en la dirección de Licencias y emplacamiento; a las jornadas de protesta se sumaron trabajadores del DIF.
Los viejos gobernantes sostenían que en Oaxaca había tres cosas con las que el gobierno no se podía meter: la iglesia, el ejército y la universidad, pero, en tiempos de la 4T, luego de las fallas del ejecutivo durante los primeros seis meses de su gestión se suma una cuarta razón: los burócratas.
Como nunca antes, los burócratas son reprimidos por el solo hecho de reclamar su derecho a la disculpa pública; en Oaxaca hay muchas formas para nombrar al imponente felino, el tigre, menos aquélla donde un despistado le testarea los testículos a la pamthera tigris.