Al señalar que el hambre es un problema grave en México,que afecta no solo a los individuos, sino también a la sociedad y al país en general, la Licenciada en Mercadotecnia,Giselle Arellano Ávila afirmó que el hambre es un problema nutricional generado por la la pobreza, ya que impide que las personas tengan acceso a los alimentos y a los servicios básicos, además de que también puede causar enfermedades, malnutrición y muertes.
En este sentido señaló que en el 2021, el índice de hambre en nuestro país fue del 10.4 por ciento, lo que equivale a 21 millones de personas por ello los gobiernos, las organizaciones e individuos pueden hacer mucho para reducir el hambre en México y tomar algunas medidas para garantizar el acceso a los alimentos además de fomentar la agricultura sostenible y luchar contra la pobreza para abatir de manera directa el hambre.
Arellano Ávila informó que desde el año 2000, México ha logrado reducir la tasa de hambre en un 5.5 por ciento,lo que es un avance significativo, pero todavía hay mucho por hacer para eliminar el hambre por completo, lo cual no será posible si se deja de lado la educación pues ésta es fundamental en la lucha contra el hambre y la malnutrición,por lo que los gobiernos deben hacer más por mejorar los programas de educación de calidad para todos.
Por ello, Giselle Arellano Ávila resaltó la importancia de recordar que tanto autoridades como sociedad en general tomemos medidas para combatir el hambre y la malnutrición, tales como fomentar la agricultura sostenible, además de garantizar el acceso a los alimentos,proporcionar educación y capacitación en nutrición y apoyar a las familias y comunidades afectadas por el hambre, a través de programas sociales que les permitan acceder a productos de la canasta básica a menor precio.
De manera que, concluyó Arellano Ávila que se deben diseñar políticas públicas que permitan abatir el hambre en nuestro país, donde en el sexenio de Enrique Peña Nieto se puso en marcha la Cruzada Nacional contra el Hambre que generó un gasto de casi 500 millones de pesos entre el 2013 al 2015,recurso que lamentablemente, un 80 por ciento se aplicó en difundir los supuestos logros del programa mientras que la hambruna en las comunidades de México no mostró descensos alguno, por ello el Gobierno de AMLO lo desapareció y en su lugar implementó programas de Producción para el Bienestar; de apoyo a cafetaleros y cañeros del país; de Precios de Garantía para los cultivos de maíz, frijol, trigo, panificable, arroz y leche; Crédito ganadero a la palabra; Distribución de fertilizantes químicos y biológicos, y la creación del organismo Seguridad Alimentaria Mexicana, los cuales permiten “suplir los apoyos otorgados mediante el Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre”.