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jueves, marzo 20, 2025

FGR investiga la desaparición de más de 132 mil pastillas de un medicamento controlado con la que producen la llamada “droga de la felicidad”

Reportajes

Con información de Agencias

La Fiscalía General de la República, investiga la misteriosa desaparición de 132 mil 500 pastillas de un medicamento controlado que al combinarlo con opioides, sirve para fabricar la llamada “droga de la felicidad”, que está causando estragos como el fentanilo entre los consumidores de Estados Unidos.

Según reveló el medio Latinus, existe una carpeta de investigación abierta desde 2024 contra un laboratorio de Guadalajara, por no haber reportado el destino de dos mil 650 frascos de 50 pastillas cada uno del producto denominado carisoprodol, un relajante muscular que funciona bloqueando las sensaciones de dolor entre los nervios y el cerebro, pero cuya venta debe ser estrictamente regulada.

En el centro de la indagatoria, figura Productos Farmacéuticos Collins, cuya presidenta ejecutiva y directora general es María Teresa Tirado Díaz, un laboratorio que ya ha sido sujeto en años anteriores a investigaciones por parte de las autoridades de México y de Estados Unidos por tráfico de metanfetaminas y lavado de dinero.

El carisoprodol, es un medicamento controlado que fue prohibido desde hace diez años en Europa y apenas en febrero pasado, Canadá anunció que emprendería acciones severas para regularlo junto con otros precursores químicos empleados para elaborar el fentanilo.

Los efectos por si solos de este producto, además de aliviar los dolores, generan una sensación de bienestar y de indiferencia hacia los problemas de la vida cotidiana.

De ahí pues que el laboratorio que perfeccionó la fórmula en 1959 en Estados Unidos, decidió bautizarlo comercialmente con el nombre de Soma, el legendario producto narrado en la novela de Aldous Huxley, “Un Mundo Feliz”, donde las personas consumían esa droga para evadirse de la realidad y no había cabida para la infelicidad.
Sin embargo, en la oleada de nuevas drogas de diseño, el carisoprodol se ha convertido en la base para que al mezclarlo con otros opioides y sustancias, se obtenga la llamada “droga de la felicidad”, que potencia la sensación de bienestar, relación e indiferencia al mundo, pero que genera una rápida adicción y cuyas sobredosis ya han causado muertes en Estados Unidos.
Aunque este medicamento es considerado por la Organización Mundial de la Salud como nocivo y recomienda una revisión a fondo, en la Unión Americana se vende libremente como Soma y en México es elaborado por Laboratorios Collins de Guadalajara con el nombre comercial de Somacid.
Es por ello que la Fiscalía General de la República encendió las señales de alerta cuando se “perdieron” 132 mil 500 pastillas de un producto que es la base para elaborar la “droga de la felicidad”.

El expediente de la PGR

Según la carpeta de investigación a la que tuvo acceso Latinus, las 132 mil 500 piezas de casiprodol, pueden alcanzar en el mercado negro un valor de 13 millones de pesos, ya que aunque se trata de un fármaco legal, es utilizado para la elaboración de la poderosa droga sintética que hoy es una de las más populares entre los jóvenes consumidores de Estados Unidos.

Al tratarse de un medicamento controlado, Laboratorios Collins debió informar sobre el destino del lote a la Comisión Federal para Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), pero en lugar de ello, la compañía farmacéutica informó que los frascos habrían sido objeto de una donación, lo que contraviene lo dispuesto por la Ley General de Salud, ya que se trata de un producto controlado que no puede donarse.
Según Latinus, Collins habría elaborado facturas falsas para supuestamente entregar los medicamentos a seis instituciones de asistencia social: Fuerza Latinoamericana Contra la Pobreza y Falta de Vivienda, Jandorsy, Cáritas Hidalgo, Funda Can, Fundación Unida por la Protección de los Derechos Humanos y el DIF Guadalajara.
No obstante, la fiscalía ordenó comparecer a los representantes de las instituciones aludidas y éstas negaron haber recibido los medicamentos.

Un polémico pasado

No es la primera ocasión que Productos Farmacéuticos Collins, se ve envuelto en una polémica.
En 2008, la Oficina de Control de Activos extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) dependiente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, colocó en su lista a los laboratorios por presuntamente traficar precursores químicos para el cártel de los hermanos Amezcua, conocidos como “los reyes de las metanfetaminas”.

Permaneció siete años en este listado negro de la oficina norteamericana que busca sancionar a empresas que realicen lavado de dinero y congela los activos y cuentas bancarias de las compañías señaladas, hasta que en 2015 pudo salir de la mencionada lista.

Pero en 2020, el gobierno federal en México a través de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, dio a conocer en llamado “Operativo Agave Azul”, en una acción coordinada con la DEA de Estados Unidos, donde identificó a 167 empresas y mil 770 personas físicas, que estarían siendo investigadas por presunto lavado de dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El operativo incluyó el congelamiento de cuentas y revisión de transacciones inusuales por más de dos mil millones de pesos. Entre las empresas señaladas e investigadas durante el operativo, se incluyó a Laboratorios Collins.

Medicamentos al mercado negro

De acuerdo con el expediente al que tuvo acceso Latinus, la FGR abrió una carpeta de investigación en 2024 contra Productos Farmacéuticos Collins por la misteriosa desaparición de las 132 mil 500 pastillas de carisoprodol, base para elaborar la “droga de la felicidad”.

La línea de investigación que sostienen las autoridades federales, es determinar si habría descubierto un modus operandi para llevar un fármaco legal al mercado negro de México y Estados Unidos para la elaboración de la mencionada droga sintética, en un momento complejo para las relaciones bilaterales ya que el presidente Donald Trump considera que no se ha hecho la suficiente para impedir el envío de drogas hacia el norte.

Incluso el Departamento de Justicia y la DEA, han emitido una alerta ya que descubrieron que en la frontera de California y Arizona, jóvenes norteamericanos suelen cruzar la frontera y comprar en farmacias mexicanas el carisoprodol (a pesar de ser un producto controlado) para después venderlo en ambos estados.

En 2020, Indonesia decomisó cuatro millones de pastillas de este fármaco laboratorios clandestinos que elaboraban la “droga de la felicidad” y en un hecho increíble, restos de este producto ha sido encontrado en tejidos de delfines en el Golfo de México o por el Pacífico, en la llamada “ruta de la droga”, donde es común que cargamentos o parte de ellos terminen en el mar.

Es por todo este panorama, que la Fiscalía General de la República lleva a cabo la investigación para dar con el misterioso cargamento de Laboratorios Collins de 132 mil 500 pastillas que pueden transformarse en una droga mortal.

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