NÉSTOR Y. SÁNCHEZ ISLAS
Como parte de la cultura magisterial oaxaqueña los normalistas bloquean calles y avenidas de la ciudad capital desde hace varias semanas. La insistencia y el victimismo de su protesta obliga a preguntar a que se debe su “lucha”. La respuesta no es nada complicada, lo único que les urge es dejar de vivir en el error.
El normalismo oaxaqueño es parte orgánica de la Sección 22 por lo que no extrañan sus métodos de fastidio y tortura porque los han aprendido de sus mayores. El método es sencillo: victimizarse, culpar a todos los demás de lo que ellos padecen, lanzar discursos virulentos llenos de descalificaciones, dramatizar y provocar miedo puesto que siempre están armados con cohetones, bombas molotov, garrotes, gasolina y llantas para quemar.
“Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, dice el viejo refrán.
La violencia usada por estos grupos porriles no tiene nada de heroica. No se trata de defender el territorio nacional de un invasor extranjero, como luchan los ucranianos contra los rusos. No se trata de llevar justicia social a los pobres, ni medicamentos a los niños con cáncer, ni exigir que permanezca el programa de “Escuelas de tiempo completo”, ni exigir mejor nivel académico ni comedores ni albergues para personas en situación de pobreza extrema.
Todo lo que exigen es que el gobierno les entregue plazas de inmediato, es decir, que a la voz de ya empecemos a mantenerlos de por vida. Esa es toda su lucha.
No quieren ser evaluados, no quieren titularse a pesar de recibir todas las facilidades. Lo único que quieren es su plaza sindical y, a partir de ese momento, tener la manutención segura con cargo a quienes si trabajan.
No hay muchos datos sobre las prestaciones que tienen los sindicalizados magisteriales en Oaxaca, pero si hay de otras entidades y podemos suponer que son similares. Tome un respiro y lea lo que reciben.
Reciben despensas, bonos, gratificaciones especiales, gastos para transporte, útiles escolares, apoyo de fin de año y pago de material didáctico, entre otras de las más de veinte onerosas prestaciones.
Maestros de Sonora, menos revoltosos que los locales, obtienen aguinaldo, compensación navideña, bono navideño, bono por organizar el ciclo escolar, estímulo del día del maestro, prima vacacional, ajuste de calendario, bono de octubre, apoyo por servicios a la docencia, apoyo por servicios en actividades culturales, apoyo para la impresión de tesis, bono de telesecundaria, pasajes, apoyo a trabajo social, apoyo para cursos de verano, compensación de arraigo, apoyo por atención a grupos multigrado, compensación a directores de escuela, apoyo a la supervisión escolar, carrera administrativa, apoyo a la integración educativa, bono zona noroeste, bono de primavera, bono de útiles escolares, fortalecimiento a la CPC, bono a jubilados, bono SNTE y otras cuatro o cinco más. Esto es en Sonora, seguro en Oaxaca obtienen más que eso.
En el caso de Oaxaca es conocido que reciben un aguinaldo de 100 días, sus días económicos, sus bonos de productividad, sus nutrivales y compensaciones que los llevan a recibir el pago de 478 días cuando que el año en total apenas llega a los 365, pero cuando mucho trabajan 180. De ese tamaña el error de vivir fuera del presupuesto y, para amenazarnos, esos revoltosos quisieran traer a los tanques rusos para que nos bombardeen y les entreguen las preciadas bases sindicales sin chistar. Esa es toda su lucha.
Tener una plaza magisterial es tener la vida resuelta. Pase lo que pase recibirán sus salarios, prestaciones y atención médica, por eso su ferocidad contra quienes con su trabajo los mantendrán.
Las escuelas normales dejaron hace muchos años de producir profesores y ahora entregan, casi todas, profesionales del odio de clase, el odio gratuito hacia el mundo porque así han sido formados. La malla curricular del CRENO habla de psicología del desarrollo infantil, historia de la educación en México, observación y análisis de la práctica educativa, ambientes de aprendizaje, atención a la diversidad y otras materias por el estilo.
Sin embargo, la materia que más asimilan es la del odio y después la destrucción, el robo, la violencia, el insulto y la cobardía para no dar la cara. Aprenden a desestabilizar a la sociedad, a realizar bloqueos y plantones, a fabricar artefactos explosivos, tácticas de guerrilla urbana y otra serie de enseñanzas fuera de los planes oficiales, pero indispensables para integrarse como miembros de pleno derecho a su agrupación sindical.
Si quien los maneja les dice que su lucha es heroica les está mintiendo. No son héroes ni luchadores sociales solo son un fastidio. Al igual que toda la burocracia se han convertido en seres indiferentes, ajenos a la realidad, insensibles. Nadie los ha visto, a ustedes o sus mayores, ayudando en alguna causa noble.
Lo que si representan con mucha dignidad es el “modelo Oaxaca.”
Twitter @nestoryuri