Cuauhtémoc Blas
El llamado Cártel del despojo de Oaxaca, nombre exótico de un grupo delincuencial que no deja muy claro de que se trata, ha llegado a la cúspide de la fama nacional que solo otorga el foro presidencial de las Mañaneras del mandatario López Obrador.
Se trata de una mafia que se ha organizado perfectamente para arrebatar, robar las propiedades de cientos y cientos de familias oaxaqueñas. La mayoría con sus papeles de su propiedad en perfecto orden, pero esta camarilla de cuello blanco se las roba.
Según el fiscal de Oaxaca, Arturo Peimbert, hay mil 467 carpetas de investigación, o sea igual número de casos de delitos de esto de que hablamos. Son familias que le han arrebatado sus bienes, o están por perderlos mediante la extorsión, amenazas, suplantación de identidad y hasta homicidios.
¿Pero cómo logran realizar esta enorme acción ilegal? En la Mañanera de hace siete días se expuso cómo se han coaligado para delinquir así directores de dependencias del gobierno de Oaxaca, principalmente, aunque en algunos casos también del ámbito federal, y de otras áreas:
Registro Civil.
Archivo General de Oaxaca.
Notarías de Oaxaca.
Instituto Catastral de Oaxaca.
Instituto de la Función Registral del Estado de Oaxaca.
La oficina federal del Registro Agrario Nacional (RAN).
Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca (TSJO).
Autoridades comunales y ejidales.
Autoridades municipales.
Notarios públicos.
Dirigentes de organizaciones sociales (sic)
Abogados.
Delincuencia organizada.
Hace pocos días, el Congreso de Oaxaca, en un punto de acuerdo, pidió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que atraiga estas denuncias para la impartición de justicia. Reconocen los diputados que aquí no hay garantías del Estado de Derecho, que hay ingobernabilidad, y que el Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca (TSJO) está de adorno.
Pero el Tribunal de Justicia de Oaxaca no solo es omiso, sino que su propio presidente, Eduardo Pinacho, fue señalado de participar en esta dinámica de despojo de un predio en la Agencia municipal de Oaxaca, San Luis Beltrán. Ante esto fue denunciado por el delito de despojo en diciembre del año 2021.
Hay cerca de 1 mil 500 casos de despojo, dijo el Fiscal en su comparecencia ante los diputados, pero sin duda son muchísimos más casos, pues esta práctica criminal se realiza también en diversas regiones del estado, como las documentadas en el Istmo con el miembro de FUCO, Tacho Canasta, y en la Costa con terrenos comunales cercanos a las playas, desde hace décadas. También familias humildes son despojadas mediante supuestas deudas que hacen crecer de tal manera que se tornan impagables.
De nuevo la impunidad que brindan los gobiernos estimulan las actividades delictivas. Lo que no se castiga se repite. De ahí la responsabilidad directa de los gobernantes. El daño a la imagen del actual gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, es grave, precisamente cuando busca una candidatura, por ello es de esperar que empiece a tumbar cabezas de sus funcionarios enlodados en esta zahúrda.
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