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sábado, septiembre 7, 2024

Crónicas de la ínsula | Fallas de la «Real Academia Zapoteca»

Reportajes

Cuauhtémoc Blas

Alguien me obsequió un altero de discos, folletos y libros en zapoteco. Llegué con ellos ante mi juchiteca madre —ella gustaba de la lectura—, y le alargué algunos. No, no exclamó agitando negativamente sus manos. “Necesitaría volver a aprender a leer y escribir, ahora en zapoteco, para entender esos libros”, me dijo.

Desde entonces me quedó la idea de que, si es incierta la persistencia de las lenguas indígenas de manera oral, su escritura está cien por ciento con mayores incertidumbres. Conozco a mucha gente que habla alguna de esas lenguas, pero a nadie que se dedique a leer y a escribir con ellas. Creo que únicamente lo escriben quienes ganan concursos de poesía en lenguas indígenas, o andan en esas camarillas indígenistas snob, en busca de cargos, becas y beneficios que les obsequian los gobiernos.

LA CONFUSA ACADEMIA JUCHITECA

Claro, tanto porque hay pocos libros así impresos, como por la dificultad para leer en lenguas indígenas. Más aún cuando los de la Real Academia de la Lengua Zapoteca de Juchitán, por ejemplo, se han esforzado en hacer más difícil su lectura. En vez de escribir lo más cercano al sonido de la palabra, como sí se hace en el español, lo hacen de tal manera que confunden.

En español se escribía obscuro. Se eliminó la b, pues nadie la pronunciaba y más bien era un estorbo. Ahora es oscuro, como suena al decirlo. Los académicos juchitecos, al contrario, han ido complicando la escritura de ese lenguaje. La X en nuestro país suena como J; México, suena Méjico.
Nuestros académicos regionales en vez de facilitar la escritura la complican: gasha (cerca) suena así, con sh, pero ellos lo estilizan con X, gaxha, que de acuerdo con las reglas del español se leería gaja. Igual con muchas palabras similares: mesha (mesa) y no mexha; guishe (hamaca) y no guixhe, mushe (gay) y no muxhe, que se leería muje.
Como sabemos, las lenguas originarias no tenían escritura, al menos aún no se descubre eso, por lo tanto, si se toma prestado el alfabeto de otra lengua, deberían tener la gentileza de respetar sus reglas. De esta manera facilitarían el trabajo de los hipotéticos lectores.

SE APOYAN EN ARCAÍSMOS


Se apoyan en el arcaísmo de la X, cuando sonaba en muchas palabras parecido a la S, algunas aún perviven como Xochimilco que en Oaxaca suena Sochimilco. Xoxocotlán se escriben con X y se pronuncian como J. Hay otros que ya han dejado la X para escribirse con la J, el Barrio de Jalatlaco.

El Diccionario panhispánico de dudas llama la atención en el uso arcaizante fricativo de la letra X y otras. Fricativo, según el diccionario de la RAE es: “Dicho de una consonante que se articula permitiendo una salida continua del aire espirado a través de una estrecha abertura, lo que produce cierta fricción o roce en los órganos fonatorios”.

Precisamente, es lo que se busca o se logra con el “anti innovador” uso de xh en zapoteco, que suene como el fricativo she. Este uso fue propio de la edad media por lo que lo llaman medieval y arcaizante. O sea, en vez de modernizar la escritura del zapoteco lo echan siglos atrás y de paso lo complican.

Diferente son los casos fricativos actuales de las palabras examen o exhibir, que no pueden pronunciarse ni como jota ni como S. No se puede decir esamen, ni ejamen; tampoco esibir o ejibir. Claro que algunas palabras en zapoteco podrían requerir de algún fricativo, pero lo que se observa es la intención de generalizar esa antigualla.

SABIA OBSERVACIÓN DE GABRIEL ZAID

Notas al margen:

El gran Gabriel Zaid escribió en su libro El progreso improductivo, que si todo el dinero dilapidado en las burocracias creadas para atender a los campesinos, se les hubiera entregado directamente, estos habrían tenido oportunidad de salir de pobres.

Igual, si todo lo que se pierde en instituciones indigenistas, de gobiernos, académicas, de salvación de las lenguas indígenas (infructuosas) y para los salarios de toda esta otra burocracia dorada (sueldazos, viáticos, premios), fuera entregado a los indígenas de manera directa, estos estarían mejor.

Entre más burocracia e indigenistas-arribistas, más pobreza y emigración indígena.

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