Cuauhtémoc Blas
Para la próxima elección de presidente municipal de Oaxaca se privilegia la oferta (de candidatos) y se deja de lado atender la demanda (del electorado). En Morena, la disputa de esa candidatura es intensa, con la idea de que quien la obtenga tendrá en la bolsa la presidencia municipal. No necesariamente.
El gasto en propaganda, fuera de los tiempos legales, de dichas candidatas y candidatos es desproporcionado. ¿De dónde tantas vacas? Es demasiado el dinero con que pagan esas campañas agresivas en un estado pobre. Si no salen de las arcas oficiales, saldrán de otras más siniestras, pues los políticos y políticas no gustan de derrochar de su peculio; ellas y ellos practican la dicha inicua de gastar a manos llenas el dinero que no es propio.
PROPAGANDA CARA SIN PROPUESTAS
La gente ve reproducir los rostros en los autobuses, en los anuncios espectaculares, en las casetas de revistas y periódicos (de refrescos ahora), pero no le dice mucho. Este juego es entre grupos y facciones que se disputan el trofeo. El próximo 19 de febrero darán a conocer los resultados de la encuesta para elegir candidato o candidata.
Van Liz Arroyo y Martínez Neri, por el mismo equipo político capitaneado por el segundo; Aidé Reyes Soto y Luis A. Silva (expanista), por el otro equipo, el del gobernador actual, con su hermano Noé Jara impulsor de ambos. Las facciones tomaron sus previsiones para atender la paridad de género: “Si es mujer vas tú, si no voy yo”.
No hay propuestas, todo es superficial. La palabra transformación solo existe como palabra. La frase “Tiempo de mujeres”, manejada por todas las aspirantes, se revela como una vacuidad. Tiempo de mujeres sin agenda feminista, es insustancial. Ninguna aspirante esboza siquiera las estadísticas del aumento de los feminicidios. No hay lo que Gabriel González-Molina llama “polarización estética”, que alude a la honestidad y al altruismo que los electores pudieran identificar.
¿REELECCIÓN DE NERI?, PARA RIPLEY
Esos aspirantes creen que de nuevo la popularidad de López Obrador hará ganar a cualquiera en cualquier elección, incluso para la insólita insostenible pretendida reelección del impresentable Francisco Martínez Neri, prohombre de la más caótica administración municipal de Oaxaca. No obstante, el imperturbable personaje presume encuestas donde se pone por las nubes. Una cosa es que pueda ser muy conocido y otra que tenga aprobación.
Es innegable la gran aprobación al presidente Obrador, que ya va siendo parte del pasado al final de su sexenio, y otra es la votación de 2024, que ya es cosa del futuro. Ahí es donde las decepciones y aspiraciones de los votantes van a incidir.
OAXACA, RICO EN ENCUESTAS “PATITO”
Pululan las encuestas que ponen arriba a uno y luego a otra. En esas encuestas no dejan de preguntar por la aceptación al presidente Obrador, quien siempre levanta a Morena con sus altas calificaciones. Sin embargo, es impreciso traducir esa popularidad en votos constantes y sonantes. Son dos cosas diferentes. Hoy hay más indecisos y los llamados electores Switchers. Estos últimos, a diferencia de los primeros, si votan siempre, gravitando entre opciones que mejor satisfagan sus aspiraciones. Ambos no son registrados por las encuestas, menos por las “patito” que abundan en Oaxaca.
“Apruebo al presidente Obrador, pero no por eso tengo que votar por un expriista o expanista o exloquesea que me ponga Morena”, podría ser el razonamiento. Cuando la caída del PRD, después de años en que los “chuchos” se entregaron al gobierno priista, luego de sus traiciones y corrupciones, sus antiguos partidarios les negaron el voto, molestos, agraviados.
Algo de lo anterior empieza a percibirse con Morena ahora que lo peor del PRI se incorpora al expartido del cambio y la esperanza. De suyo, era difícil cumplir con el famoso Plan C, para lograr la mayoría absoluta en el Congreso –ni en la histórica elección de 2018 se pudo-, menos ahora sin Andrés Manuel en la boleta y con la bitácora morenista llena de políticos expriistas y expanistas, cuestionados y acusados de casi todo.
La oposición en Oaxaca es casi intrascendente, famélica, aunque en otra oportunidad habremos de ocuparnos de ella: PRI y PAN.
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