Cuauhtémoc Blas
“En este Valle ya no hay aguas ni corrientes subterráneas, todo lo que tenemos son las acumulaciones de las aguas de lluvia, y si no llueve lo suficiente, no tendremos suficiente agua para la población de esta ciudad, y si no llueve en lo absoluto, no habrá agua absolutamente, igual que en Monterrey”.
Eso dijo hace poco más de un año un funcionario encargado de coordinar el envío del agua entubada desde los distintos pozos que surten a las colonias de la Ciudad de Oaxaca, y localidades conurbadas.
Lo anterior sucedió luego de un mes de la carencia del servicio, cuando habitantes del Fraccionamiento El Rosario acudieron a la reinstalación de la bomba finalmente reparada. “Son ustedes afortunados –dijo el funcionario del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y alcantarillado de Oaxaca (SOAPA)-, reciben el servicio cada semana, en cambio hay colonias que se surten cada 14 días. Un año después, ese Fraccionamiento pasó a ser de los que reciben agua cada 14 días, ¿y los otros, ahora los recibirán cada 28 días?
EL 40 POR CIENTO SE SURTE DE PIPAS
De cualquier manera, tienen la fortuna de tener agua cada determinado tiempo –hasta ahora-, pues a muchas colonias no les llega el agua. Se calcula que el 40 por ciento de los citadinos se surten de agua de las pipas privadas. Hay quienes condenan el lucro de esas empresas, cuyo alto precio daña la economía de las familias: una de 10 mil litros costaba mil pesos.
Hoy el precio de dichas pipas se encuentra al alza: la de 10 mil litros cuesta mil 100 pesos; la de 5 mil, cuesta 800 y la de 3 mil 500 litros, 500 pesos, de acuerdo a la tarifa que nos ofreció un surtidor de ese servicio. Boyante negocio, pero si no hubiera esas pipas casi la mitad de la población no tendría agua. Lo más duro será cuando ni con dinero se obtenga. Ese día no parece muy lejano.
Para tener hoy ese servicio, hay que esperar una programación de los “piperos”, de dos o más días. Cada vez tienen que ir más lejos por el agua, afirman, lo cual puede ser cierto, pues hasta sus pozos clandestinos, siempre inadvertidos por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), pueden también estar en crisis.
Estamos ya en el periodo de estiaje, cuando sea marzo, que es cuando iniciaba antes ese periodo, estaremos en plena crisis del agua. Por si fuera poco, el agua que se envía a la Ciudad de Oaxaca, desde el municipio de San Agustín Etla, podría ser vedada por cuestiones políticas del municipio.
Las protestas y cierres de vialidades de habitantes de las colonias proliferaron desde finales del año pasado, continúan ahora y seguramente se incrementarán. Carecer de algo tan vital habrá de conducir a expresiones desesperadas. Sin embargo, no hay ningún anuncio de los gobiernos para afrontar este problema que ya está en la puerta.
SEQUÍA EN 220 MUNICIPIOS
Esta crisis no solo sucede en la capital del estado, 220 municipios de Oaxaca están en sequía, de los cuales 67 se encuentran en estado severo. Esto según la CONAGUA en el año 2023, cuando se estimaba que por lo menos un 20.2 por ciento del territorio del estado padecía sequía severa, y un 10.8 por ciento escasez extrema.
El servicio de agua potable es obligación de los municipios, establecido en el artículo 115 de la Constitución. El gobierno estatal tendría que intervenir ante la magnitud de la crisis, así como el gobierno federal.
Aunque el Plan Estatal de Desarrollo 2022-2028 habla de ampliar, rehabilitar, incrementar el sistema de agua potable, no se observa que haya obras o trabajos al respecto. No se sabe de decisiones de gobierno para atender la problemática. Cita este Plan estadísticas del INEGI, de que en Oaxaca hay una cobertura de más del 90 por ciento de este servicio a la población total. Habrá tubos y fierros, quizá, pero no sirven si no hay agua para enviar a la gente.
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