Cuauhtémoc Blas
Topil es el primer cargo que asumen los habitantes de una comunidad indígena del estado de Oaxaca, de acuerdo a sus centenarios —no milenarios— usos y costumbres. Pueden ser topil y mayor de vara varias veces antes de ocupar otro cargo, como fiscal primero o fiscal segundo.
Este sistema de cargos, civiles y religiosos, impuestos por los españoles en la colonia, son exclusivos de los pueblos indígenas, nunca se han desarrollado en las ciudades, donde ni siquiera se conocen, ni les interesa a los citadinos, lamentablemente. Desinformación que fortalece a quienes sacan raja “académica” o política del tema indígena.
Estos cargos iniciales pueden desempeñar el varón desde los 15 a 25 años de edad. Entre esos años se les considera maduros, “hombres que piensan bien”. Listos para asumir cargas civiles y religiosas, y para casarse. También empiezan a dar tequio, esto es, a regalar su trabajo, pues no es remunerado. Es importante destacar que es un mito eso de que los usos y costumbres vienen de antes de la colonia; mentira con la que juegan ciertos indigenistas y algunos del cártel onegenero.
Que el topil, mayor de vara, mayordomías y tequios son exclusivos de los pueblos indígenas, está claro con la división de regímenes políticos en Oaxaca: de partidos y de usos y costumbres o sistemas normativos indígenas. En las ciudades no hay sistemas de cargos, no hay topiles ni mayores de vara, ni están obligados los ciudadanos a regalar sus trabajos en tequios o dar cooperaciones civiles y religiosas, como sí en los pueblos indígenas.
La obligación de pasar por cargos civiles y religiosos está escrita últimamente en algunos de los pocos municipios indígenas que han consignado ciertos datos de su llamado Sistemas Normativos Indígenas. “Ser responsable de sus servicios, tanto municipales como religiosos”, dicen. Se refieren a la religión católica, las otras, sectas generalmente impulsadas por norteamericanos, son hasta desterradas de esas poblaciones.
USOS Y COSTUMBRES, DEMOCRACIA DE PUDIENTES
En muchos pueblos se requiere “Haber sido mayordomo de las diferentes imágenes religiosas del templo católico”, para realmente ascender a cargos importantes. De manera que los pobres de esas comunidades apenas pueden llegar a suplentes de regidores o, cuando mucho, a regidores. Para ser presidente municipal se necesita tener dinero para sostener durante semanas las fiestas de una mayordomía. He aquí la manera de filtrar el supuesto plausible escalafón indígena.
La doctora Carmen Cordero Avendaño de Durand, sostiene en su libro clásico, “La vara de mando”, que en varios pueblos se han ido separando los cargos civiles de los religiosos, aunque aún vemos que en otros perduran. En la región chatina, nos dice Cordero, una mayordomía de las imágenes menores de la Iglesia se obtiene “por tener medios y pertenecer a una familia de Gente Principal”. Habla la autora de una cierta democratización del sistema, aunque limitada a “plebeyos” que logran llegar a Principales.
Hay diferencias y similitudes importantes en los 417 pueblos de usos y costumbres de Oaxaca, pero cada uno establece su sistema como decida la Asamblea General, la máxima autoridad. Asamblea dominada por el grupo en el poder municipal, pues el ayuntamiento es el que convoca y dirige la Asamblea, salvo casos donde lo hace el alcalde, quien de todos modos está adscrito al ayuntamiento. Igual que la Comisión Electoral de la comunidad.
PSEUDOTOPILES CITADINOS, ¿PARA QUÉ?
Un par de esas similitudes en los pueblos es el topil y el tequio. Dos servicios que los indígenas deben desempeñar gratuitamente. En los municipios de partidos, en las ciudades no hay estas figuras, ni de tequio ni de topil. No puede haberlos porque en las ciudades no hay sistema de cargos. Extrañamente el actual gobierno del estado anuncia que habrá “topiles” en la Ciudad de Oaxaca. Solo sería un eufemismo para establecer veladamente a otro grupo policíaco. ¿Para qué?
Una opinión generalizada dice que para enfrentar a la Sección 22 del magisterio por si decide boicotear la fiesta turística de la Guelaguetza, afectando a hoteleros, restauranteros y líneas aéreas. Por ahora, el anuncio oficial de inventar pseudotopiles en la ciudad, apunta a disuadir de lo anterior a los profes, quizá una amenaza para que lo piensen.
www.revistaenmarcha.com.mx y @enmarchaoax24
