Los habitantes le dijeron al presidente municipal Rigoberto, «hasta aquí» y le fueron a tirar bolsas llenas de basura a las puertas del palacio municipal.
La acción de protesta fue el último recurso de los ciudadanos para hacer voltear al preside te municipal para que enfrente los problemas de la comuna.
Los habitantes de la otrora bella cabecera municipal de Zaachila, marco perfecto para que los Zancudos realicen sus evoluciones frente a los puestos de nieves del parque municipal en las tardes de fiesta, terminaron el diálogo con la autoridad municipal.
El presidente, Rigoberto Chacón, salió malo para la política, sus semanas en el puesto de presidente municipal corren de fracaso en fracaso.
Hace dos, fueron los policías municipales los que suspendieron labores para protestar por las malas condiciones laborales en que desempeñan la encomienda, la semana pasada la corporación volvió a parar labores debido a la cerrazón de la autoridad municipal.
El presidente resultó ineficiente, no da una. Esta semana, se juntó la basura en negocios y oficinas, casas particulares y restaurantes, la voz de mujeres y hombres corrió de cuadra en cuadra hasta hacerse clamor: vamos a dejarle la basura en las puertas de Palacio.
El miércoles de biushes en Zaachila, día de plaza cuando la gente llega al centro a realizar sus compras y adquirir la generosa dotación de cuero de cerdo hervido con la particular receta de las cocineras tradicionales de la cabecera municipal fue interrumpido cuando de la nada emergió el cerro de desperdicios que los ciudadanos – ante la falta de servicio de recolección– arrojaron en la calle como forma de protesta.
De Zaachila, dice una nota del INAH:
Ciudad mixteco-zapoteca todavía habitada cuando llegaron los españoles, donde gobernó el rey Cosijoeza. Adquirió renombre por sus estructuras arquitectónicas y las tumbas aquí encontradas, una de ellas con una rica ofrenda consistente en joyas, objetos de oro y piedras preciosas.
El presidente municipal no está a la altura de la historia, hoy con los montones de basura quedó nuevamente demostrada su ineficiencia.