Por Rodrigo Islas Brito
Los cacicazgos jamás podrán llamarse RESISTENCIA. Esa es una palabra que los caciques ni siquiera pueden aspirar a conocer. Que los que oprimen y simulan no son capaces siquiera de imaginar. Eso no es lo que pasa en la próxima Feria Internacional del Libro de Oaxaca, 2023. Ahí lo que hay es un empresario cultural llamado Guillermo Quijas-Corzo, que ha logrado establecer un triunvirato de bondades presupuestales justo al alcance del desarrollo y enriquecimiento de sus tres estelares empresas:
1.- La Proveedora Escolar, la librería y papelería que más libros posee y vende en Oaxaca, tal vez la empresa particular más longeva en la historia del estado y con mayor número de sucursales existentes aquí y en otros estados del país, y también con un mayor número de empleados , de los que nunca ha quedado del todo claro las condiciones bajo las que algunos de ellos han sido dados de baja. Históricamente La Proveedora, es ademas uno de los mayores proveedores de material papelero que cualquier gobierno estatal oaxaqueño ha podido tener. La empresa le fue heredada a Quijas Corzo por su abuelo , el extinto profesor Ventura López.
2.- Editorial Almadía, empresa editorial con 18 años de existencia , y que con la etiqueta de independiente se ha hecho un camino de ensueño literario con autores significativos y vendedores como Juan Villoro y Bernardo Esquinca, entre sus filas. Su dueño y editor principal Guillermo Quijas Corzo convocó a mediados de la Pandemia de covid 19, con otras dos editoriales a una coopera pública para reunir dos millones de pesos para salvar a las editoriales independientes del país de la quiebra económica, unos cinco meses después, la Proveedora Escolar inauguró una suntuosa librería-cafería- mezcalería en el Andador Turístico del Centro Histórico, el lugar con mayor plusvalía en la ciudad de Oaxaca . Almadía no solo no quebró sino que volvió a su dueño aun más millonario.
3.- La Feria Internacional del libro de Oaxaca. La joya de la corona de empresario papelero-librero-mezcalero. El evento cultural anual del que Guillermo Quijas Corzo hace más de quince años expulsó a sus fundadores , la Asociación de Libreros de Oaxaca, con más de 25 años organizándola, y le agregó lo internacional para inyectarle (e inyectarse) todo el dinero posible. Concepto sobre el que Quijas Corzo siempre ha mostrado un don particular para conseguir y darse unas vueltas con el.
Sino ahí están los ocho millones de pesos que costará la FILO número 43 , a iniciarse este 14 de octubre de 2023 en el Centro de Convenciones de Oaxaca. De los cuales se anunció que el 65 por ciento saldrá de las arcas del gobierno estatal y el 35 por ciento restante del magnate dueño de media ciudad Peluche, Alfredo Harp Helú y la Universidad LaSalle, propiedad del ya mencionado mayor acaparador de inmuebles en el Centro Histórico de Oaxaca.
Cabría preguntar seriamente, ¿cuanto pone en el presupuesto de la FILO alguna de las dos otras dos empresas mencionadas propiedad de Quijas Corzo? ¿ es valido que con el presupuesto publico el empresario pueda proveerse de un espacio al que llama “de Oaxaca” , para servirse de el como una maquina de relaciones públicas de su editorial y un inmejorable punto de venta de su empresa librera papelera ? ¿ es valido que lo siga haciendo abiertamente desde hace casi veinte años y que su prosperidad cada día sea mayor hasta el punto en el que hoy Almadía (y él mismo) ya estén de planta en España vendiendo libros y mezcal?
Quijas Corzo, hoy nombrado como coordinador editorial de su propia empresa, con su esposa Vania Resendez en calidad de directora de la FILO , ha convertido a su negocio en un paladin de todo lo inclusivo, resilente y resistente del planeta. Lenguas originarias, comunidad LGBT , inmigrantes, violencia de genero, la FILO 43 está tan adelante en todes les temes, que Quijas Corzo llegó a asegurar en la conferencia de prensa de la presentación de la nueva edición de su negocio, que esta FILO irá sobre “reinventar la resistencia”…. Resistencia que todos los días se conforma dentro de las entrañas de las editoriales y librerías independientes oaxaqueñas, cuestión de la que la cada vez menos visitada Feria Internacional del Libro de Oaxaca (al final al citado empresario no le interesa cuanta gente llegue a la FILO, sino cuanto dinero le den para hacerla) nunca ha querido tomar nota.
Sobre eso el dueño del changarro se ha encargado de construir su propio Oaxaca literario. Donde fue frontal en los primeros años de su control sobre la FILO, en cuanto a su desdén por toda letra o historia que proviniera desde Oaxaca, actitud que fue cambiando con los años al incluir algunas jóvenes plumas oaxaqueñas en su editorial Almadía (cuya calidad y talento esta columna no pone en duda en lo absoluto) con las que en su Feria empezó a organizar encuentros de literatura oaxaqueña y escribir desde Oaxaca, con escritoras y escritores que estuvieran bajo su nomina.
Muestra de sagacidad empresarial y vergonzante impostura es la organización de un foro en esta próxima Feria del Libro, sobre librerías independientes, en la que una de las participantes es una librería histórica situada en céntrico barrio de la Ciudad de México y que al parecer, el dueño de la FILO hecha con dinero publico, acaba de adquirir.
Resistencia, es lo que identifica Quijas Corzo como eje creador de esta nueva edición de la FILO. ¿Qué clase de resistencia renta en 17 mil pesos un stand dentro de su pabellón librero? ¿Qué clase de resistencia eleva hasta en un 600 por ciento más, un costo que en otras Ferias de libro, como la del zócalo de la Ciudad de México, fluctúa entre los 2800 pesos? Cuestionado en conferencia de prensa sobre estas cuestiones por quien esto escribe, Quijas aseguró que las abismales diferencias de precio, se deben a los tamaños del stand, su esposa, la directora de la FILO, agregó que hoy la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, está abierta a abrirle sus puertas a las editoriales independientes oaxaqueñas con un espacio que les pueden dejar en dos mil varos, además de que se busca ya que la Asociación de Libreros de Oaxaca regrese al mismo lugar del que los botaron hace unos veinte años (increíbles las vueltas que da el poder con tal de legitimarse)
Podría esta columna seguir sobre este particular y hacer de esto un relato por entregas, pero realmente no tiene caso. Quijas Corzo y sus métodos nunca pasarán de moda. Menos si ha contado con el cobijo desde un inicio de la Fundación Alfredo Harp Helú, fundación cultural que dicho sea de paso desde que el gobierno federal le cerró el filón de evasión fiscal que sostenía la filantropía de su banquero, magnate y homónimo dueño, se ha vuelto para fines culturales y sociales prácticamente inexistente. Los magnates se apoyan entre ellos, por eso son magnates. A aquellos que no tenemos poder más que sobre nuestras palabras, nos queda nombrar las cosas por su nombre.
