Resulta que don Julión,
un ídolo de la prole,
se nos fue sin comer mole
ni sangre ni chicharrón.
Pero perdió a Salomón
en el hecho de cobrar,
y de poderse embolsar,
no sólo doce millones
sino también los calzones
del que lo oso contratar.
Salomón nos lo negó,
pero Saymi muy segura
con su planta de futura
esta vez lo reafirmó,
con respecto a que otorgó
a Julión doce melones
tan jugosos y buchones
como los que se inyectó
con segura plastilina
que la hace ver tan fina
que a Don Salo cautivó.
Gobernar no es un recreo
ni tampoco lisonjera
o florida primavera
para el robo y el saqueo.
Como ustedes yo lo veo
no hay ninguna cortadura
con la actual gobernatura,
lo que ha hecho y lo que hará,
al igual como Murat
Salomón es cara dura.
Y pues Saymi sigue invicta,
y a Pochutla con sus luces,
la ha llenado más de cruces
que de aquello que le dicta
la agobiada fe predicta
de su plena obligación.
Es maestra del jabón
pa lavar dinero sucio
que le guarda en el prepucio
al inepto Salomón.
Nacho El Nigromante