Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 10 de marzo de 2025.- Si el crimen organizado ha controlado y ha estado por décadas en México, ¿por qué tuvo que llegar Donald Trump —en su segundo periodo— para poner a México de cabeza y obligar a combatir este flagelo?
Nuestro país vive una situación inédita, primero con el crecimiento exponencial de la violencia, generada por grupos criminales que ya dominan prácticamente todo el territorio, y segundo porque nadie, hasta hace dos meses, hacía algo por frenarlo.
Por el contrario, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se les apapachó (“abrazos, no balazos”) y el entonces Presidente hasta saludó con respeto a la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Mientras tanto, la ola criminal y la producción de fentalino se extendía a lo largo y ancho del país.
Llegó Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre pasado, y no hizo ningún cambio a la política de la seguridad; por el contrario, siguió ignorando la presencia de los grupos del crimen organizado pese al excesivo control que tienen del país.
Ni siquiera se preocupó por las advertencias que hizo Trump durante la campaña política. Todos creyeron que el aspirante a la silla presidencia por segunda vez estaba loco.
¿UNA PREOCUPACIÓN?
En cierto, el consumo de drogas en los Estados Unidos de Norteamérica no es reciente; es creciente sí, pero hay una gran cantidad de personas que se droga y lo hacen varios políticos de ese país.
Nada más hay que recordar las acusaciones en contra de uno de los hijos de Trump (el Júnior) o de Joe Biden (Hunter Biden, quien se drogaba hasta en la Casa Blanca).
Es cierto también que con el surgimiento de las nuevas drogas sintéticas, como el fentanilo, han crecido de manera exponencial los consumidores, pero no solamente en Estados Unidos, sino en muchas partes del mundo, incluso México.
Entonces, ¿tiene razón Donald Trump de culpar a México de la excesiva drogadicción en su país? Definitivamente no. Porque sean de nuestro país o de cualquier otro, los estupefacientes llegan a la nación norteamericana, por todos lados.
Incluso hay capos del narcotráfico estadounidenses de los que nadie habla ni nadie toca; más aún, en Estados Unidos se lavan cientos de miles de millones de dólares producto del narcotráfico.
INÉDITA OBEDIENCIA
Efectivamente, lo advirtió en su campaña política y lo cumplió a partir del 20 de enero… mediante amenazas.
Aranceles por aquí y aranceles por allá; amagos de invadir México con policías y Ejército para atrapar a los narcos; expulsión de migrantes… todo ello ha servido para que México obedezca al pie de la letra las instrucciones trumpistas, so pena de sufrir represalias.
Mejor dicho, afectaciones, justamente donde más duele al gobierno y a los mexicanos: la economía.
En respuesta, de manera inédita y alarmante, primero vino la negativa del gobierno morenista de México de que se declararan como terroristas a los líderes del crimen organizado, sin dar razones de peso.
Pero fue declarativa, porque días después comenzaron los sobrevuelos de aeronaves y drones militares norteamericanos a nuestro país, lo que nuestro gobierno calificó como infundios, pero luego tuvo que aceptar que dio permiso y es en el marco de la colaboración mutua.
Como Sheinbaum se resistía a combatir a los capos mexicanos, Trump tuvo que apretar las tuercas y amagó, de nuevo, ahora con incrementar el monto de los aranceles a nuestro país.
Entonces sí, la respuesta fue inmediata y en un abrir y cerrar de ojos, entre confusiones declarativas del gobierno mexicano, se extraditaron vía “fast track” a 29 líderes del crimen organizado.
El 27 de febrero comenzó el traslado, con el uso de aviones, helicópteros, fuerzas armadas y toda clase de policías, hacia los Estados Unidos, donde los criminales serán procesados.
EL RESULTADO
De acuerdo con una nota informativa de la agencia Proceso, las secretarías de la Defensa Nacional (Defensa) y Marina Armada de México (Semar) junto a la Guardia Nacional han asegurado en Sinaloa 198 laboratorios clandestinos para la elaboración de drogas sintéticas en operativos conjuntos, principalmente en la zona rural de los municipios de Culiacán y Cosalá.
Esta cifra corresponde al lapso entre el 18 de febrero al lunes 3 de marzo. Como dato comparativo, en el primer semestre del 2023, el Ejército aseguró en Sinaloa 359 laboratorios clandestinos en zonas serranas de Sinaloa.
Hasta el 17 de diciembre de 2024, durante los primeros dos meses del gobierno de Claudia Sheinbaum, se habían asegurado 69 laboratorios clandestinos en el país. Esta cifra aumentó un 165 por ciento tras las declaraciones de Trump, tan solo a través de operativos realizados en Sinaloa.
El primer resultado fue que Trump aplazó, por otro mes, el incremento de aranceles a México, pero seguirá presionado para que nuestro país cumpla con sus caprichos
Obvio que no son las formas de combatir las drogas, pues el presidente norteamericano debería implementar políticas más agresivas contra las adicciones, sobre todo de manera preventiva.
Asimismo, dejar de alentar las guerras por todo el orbe, pues además de destrucción y muerte, deja miles de soldados colapsados emocionalmente y que terminan controlando su estrés y locura con opioides, legales e ilegales.
Probablemente Estados Unidos sea el primer país consumidor de drogas en el mundo. Y por supuesto que México no es el culpable de ello.
Pero, a pesar de ello, nuestro gobierno aceptó las presiones y las amenazas y se puso a trabajar.
¿La inteligencia mexicana sabe dónde se esconden los capos y los grupos delictivos? Claro que sí, y hay gobiernos o gobernantes que hasta conviven con ellos.
¿Por qué tuvo esperar a ser forzado para combatir al crimen organizado? La única explicación es que en ciertos círculos de poder hay compromiso o acuerdos con la delincuencia.
Por lo pronto, qué bueno que se combaten a los criminales; que malo que haya sido de manera obligada por los Estados Unidos.