Iba la marcha con la ilusa SecreTur a la cabeza, cuando de repente estallaron los cohetones. Todos se dispersaron en forma despavorida con el miedo pintado en sus semblantes, presintiendo que pudiera tratarse de otra cosa; por ejemplo, de una emboscada con armas de alto calibre dirigida, por supuesto, a la SecreTur quien vive rodeada, se supone, de un dispositivo que haría imposible tal incidente.
No sabemos si pasó por la mente de la Secre preferida del Góber, los momentos en los que ciudadanos de su municipio han tenido que enfrentar el embate de hombres armados con sus consecuencias letales: el pavor, la angustia y la muerte. No sabemos si aquilató el haber abierto, incondicionalmente, las puertas de la casa de todos al cobro de facturas (en algunos casos ilegales y en otros políticos) a quienes han llenado de dolor y pesadumbre el entorno de los pochutlecos.
Acaban de informar que el Tribunal Federal Electoral, ratifica al candidato de la SecreTur como presidente de Pochutla. Más de lo mismo, ella nunca ha ganado, y lo que acaba de ocurrir es una imposición denigrante sobre el pueblo pochutleco. ¿Sabrá el futuro presi de Pochutla a quien sirve?
Pues no son los intereses de la Comunidad los que están en juego, sino los de ese poder de facto que ha invadido todos los niveles de gobierno en nuestros municipios, estado y país. Razón por la cual la susodicha secretur anda blindada, consideremos que de por vida, sin justificar los desfalcos que acomete con dineros que no son suyos y que usa en ese ajetreo de blanquear ilegalmente otros. Le vamos a recomendar que tenga cuidado con los cohetones y otro tipo de explosivos, pues ponen en riesgo la integridad física de cualquiera.
Que instruya mejor a su blindaje personal para que no pase por otro susto como el que le ocurrió en una calenda celebrada e Huajuapam de León a propósito de la celebración de un mole de caderas tan publicitado por ella.
Como son de muertos estos días sugerimos a todos guardar las palomitas y los saltapericos, para no incendiar la ya de por sí lumbrera de la política en Oaxaca, tan llena de espantos y de pesadillas.
El Nigromante