El delegado en Oaxaca del Instituto Nacional Electoral (INE), Edgar Humberto Arias Alba, asegura que la iniciativa presidencial de reforma electoral plantea un sistema muy difícil de operar al proponer la desaparición de los organismos público electorales locales (oples).
La reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, explica, argumenta que los oples como el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) deben desaparecer porque duplican funciones y gastos.
Pero Edgar Arias sostiene que esto es falso: “En el proceso electoral lo podemos ver clarísimo, qué funciones le tocan al INE y qué funciones le tocan al ople”.
Además, afirma que si el argumento es disminuir costos, la desaparición de los organismos electorales locales de las 32 entidades del país no es la vía para lograrlo. En primer lugar, dice que el INE – tal cual está conformado ahora – no puede hacerse cargo de todos los procesos electorales locales y las múltiples circunstancias particulares de cada estado.
“En Oaxaca 417 municipios eligen sus autoridades por sistemas normativos indígenas que gestiona el propio ople, eso tendrá que hacerlo el INE. Los oples tienen consejos municipales que el INE no tiene, las demarcaciones territoriales en los distritos son distintas a los que tiene el INE”.
Y en el caso de que el INE deba asumir estas funciones, señala que entonces tendría que crecer exponencialmente para poder organizar todo este tipo de elecciones locales. “Entonces ese argumento es completamente falaz, sería muy complejo que la autoridad nacional única opere todas las particularidades de los estados”.
Edgar Arias apunta que no se debe olvidar que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que México es una república federal, y en consecuencia, en la medida en que las entidades federativas se vuelvan más competentes para gestionar su propia vida social y económica, “es mejor que ir en sentido contrario: centralizar todo y disminuir las capacidades regionales”.
El funcionario del INE en Oaxaca, agrega que en la mayoría de los casos que toca la vida institucional del sistema electoral y las actividades en concreto, no ve nada positivo en la reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Nada que ayude a mejorar, sino al contrario, deshacerse de lo que puedes constatar que está funcionando, y aventarse al abismo a ver si algo no opera en una elección presidencial, me parece muy arriesgado”, sentencia.
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