Juan Carlos Zavala
El 16 de septiembre de 2023, Shadi Janet Quevedo Avendaño ingresó a la plataforma de la Secretaría del Bienestar para solicitar la beca de educación básica del Programa de Becas para el Bienestar Benito Juárez, para sus dos hijas menores de edad María José y Tania Stephanie.
Durante las siguientes semanas se dedicó a darle seguimiento a su solicitud a través de la misma plataforma, lo cual se puede realizar ingresando la CURP y el número de folio que le fue asignado. Pero fue hasta la última semana de diciembre del 2023, en que entró a la plataforma y se sorprendió al enterarse que no formaba parte de la lista de espera para que sus hijas fueran beneficiaras de ese programa porque una de sus hijas ya era beneficiaria.
“No formas parte de la lista de espera, lamentamos informarte que detectamos que alguno de los integrantes de la familia que registraste ya forma parte de nuestro programa”, señalaba la leyenda o respuesta de la dependencia federal.
Tras seguir investigando y solicitando aclaraciones, Shadi Quevedo descubrió que la identidad de su hija María José no sólo fue robada, sino que además, desde hace más de un año, una mujer ha estado cobrando la beca Benito Juárez a su nombre.
No es el único caso, al menos 16 niñas de Oaxaca han denunciado el robo de su identidad y que de manera ilegal una persona que no conocen, ha cobrado su beca a nombre de ellas una supuesta tutoría.
De acuerdo con el gobierno federal, la Beca para el Bienestar Benito Juárez de Educación Básica es un programa dirigido a familias que tienen hijas, hijos o menores a su cuidado estudiantes de educación inicial, preescolar, primaria o secundaria menores de 18 años que tienen bajos ingresos, esto significa que los recursos con los que cuenta la familia son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas, y que están inscritas o inscritos en escuelas públicas de modalidad escolarizada ubicadas en localidades prioritarias.
En una auditoría forense sobre el gasto público del año 2019, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades en pagos por 263 millones 695 mil pesos.
Entre las irregularidades están la falta de documentación que justifique pagos o el uso de los fondos para gastos de operación de otros programas, 56 familias recibieron 834 mil pesos cuando la ayuda prevé un máximo de 8 mil pesos en 10 meses, 18 mil 731 familias carecen de CURP, por lo que no la ASF no pudo acreditar que haya duplicidad en las ayudas o incluso que existan.
A estas se agregan la falta de documentación en las que se compruebe el gasto de 347 beneficiarios por 565 mil de pesos, entre otras.
En la auditoría del gasto público del año 2021, la Auditoría encontró irregularidades por más de 27 millones de pesos en este programa de becas, tras detectar que 8 mil 515 familias recibieron el apoyo sin que se proporcionara evidencia de que éstas los hubiesen cobrado; y en la revisión de la cuenta pública de 2022, también se encontraron irregularidades por 29 millones 988 mil pesos que se entregaron a dos mil 820 personas que no cumplían los requisitos para recibir una Beca del Bienestar Benito Juárez.
Shadi Quevedo, en la segunda semana de enero de 2024, acudió a las oficinas de la Coordinación Nacional de las Becas para el Bienestar Benito Juárez que se encuentran en la ciudad de Oaxaca, pero le dijeron que no podían atenderla porque primero debía hacer una cita por Internet.
“En la tercera semana de enero acudí conforme a la cita y el personal que me atendió, presente todos los documentos de mis menores hijas y el personal que me atendió me dijo únicamente que mi hija María José, era la alumna que ya contaba con la beca del programa, Beca de Educación Básica, Programa de Becas Para el Bienestar Benito Juárez.
“En ese momento me pidieron mi identificación credencial de elector para votar, y el personal me dijo que yo no era la representante de la familia que aparece registrada en la plataforma por lo que no podían darme mayor información”.
El 29 de enero de 2024 presentó una denuncia por el robo de identidad de su hija para que una tercera persona cobre ilegalmente su beca; al día siguiente, el personal de la dependencia le respondió que no podía presentar ninguna queja o denuncia porque ella no formaba parte del programa.
“Me dieron una hoja para que la requisitara y que ellos la mandaría a la Ciudad de México en donde yo narre todos los hechos y manifesté que yo Shadi Janet Quevedo Avendaño, soy la tutor y representante de mi hija, como así lo justifico con el acta de nacimiento y que hasta el día de hoy, no existe procedimiento alguno en donde la autoridad judicial me prohíba o limite ejercer la patria potestad o tutoría de mis menores hijas”.
Los funcionarios de la dependencia federal en la ciudad de Oaxaca, le insistieron que ella no era la representante legal de su hija.
Por su propia cuenta, y tras seguir insistiendo, encontró en la misma plataforma del programa, que una persona de nombre Alondra Itzel Bautista Mendoza, que también es de Oaxaca, aparece como la representante legal de su hija; a quien ni siquiera conoce, asegura.
Posteriormente exigió el cambio de representación legal de su hija, pero sin ningún éxito. “El 23 de febrero de 2024, acudí nuevamente a las oficinas en donde presenté mediante Oficialía de Partes, un escrito dirigido a la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, en donde narro lo antes descrito y solicito una respuesta para que se me explique con qué documentación fue amparada la ciudadana Alondra Itzel Bautista Mendoza como representante de mi menor hija”.
Sin embargo, a la fecha no ha tenido ninguna respuesta de las autoridades de la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, a cargo de la Secretaría del Bienestar del Gobierno federal.
Shadi Quevedo, entonces, decidió interponer un amparo contra la entrega de la beca “Benito Juárez” a una mujer que no tiene ninguna relación con ella y con su hija, también interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).